miércoles, 19 de febrero de 2025

Educación fraccionó contratos para que Wakeful vigilara la consejería en Barcelona

 Cronicaglobal


Guardia de seguridad de Wakeful y el 'exconseller' Cambray, ante la Consejería de Educación

Guardia de seguridad de Wakeful y el 'exconseller' Cambray, ante la Consejería de Educación Fotomontaje CG

A pesar de toda la controversia generada por la empresa Wakeful Seguridad en los últimos meses -una polémica que ha aumentado debido a las múltiples denuncias por impagos a trabajadores-, lo cierto es que la firma, originaria de Mataró, ha gozado de un pasado más que fructífero. 

En este sentido, la que llegó a convertirse en la contratista estrella de los ayuntamientos catalanes en materia de seguridad y servicios auxiliares, logró obtener hasta nueve contratos con el Departamento de Enseñanza de la Generalitat entre 2021 y 2023.

Una serie de adjudicaciones que, de entrada, despiertan dudas sobre la legalidad de los procesos de contratación.

Y es que todos los contratos, gestionados bajo el liderazgo del exconseller Josep González i Cambray (ERC), fueron concedidos por un importe cercano al umbral de los 15.000 euros, el límite que la ley establece para los llamados "contratos menores". Un tipo de licencias públicas que no requieren de un proceso de licitación y que, por lo tanto, pueden ser asignados a dedo.

Posible fraccionamiento ilegal 

El importe de siete de los nueve contratos que el Departamento de Enseñanza le adjudicó a Wakeful oscila entre los 14.638 y los 14.995 euros. Rozando, por poco, el límite establecido. 

No obstante, es cierto que existen otros dos contratos con cifras más dispares: uno de ellos por menos de 4.000 euros y otro que prácticamente supera los 70.730 euros. 

La posible segmentación intencionada de los otros siete contratos ha levantado sospechas sobre un posible fraccionamiento ilegal. Una práctica que, según la ley, busca evitar eludir la licitación pública y aumenta la opacidad en los procesos de contratación.

Auxiliar de Wakeful Seguridad en una imagen de archivo

Auxiliar de Wakeful Seguridad en una imagen de archivo Wakeful

El fraccionamiento de contratos menores es una práctica ilegal y que recientemente ha sido severamente sancionada en Cataluña. Un ejemplo de ello es el caso de Laura Borràsla expresidenta del Parlament.

Borràs ha sido condenada a cuatro años y medio de prisión por adjudicar irregularmente la creación de un portal web para la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) durante su mandato en este organismo entre 2013 y 2018, por un valor total de 335.700 euros.

Un monto que supera los 100.000 euros

En el caso de Wakeful Seguridad, la suma total de los siete controvertidos contratos con el Departamento de Enseñanza asciende a 104.016 euros. Una cifra significativa que, al dividirse en contratos menores, podría haber eludido el proceso de licitación obligatorio para los montos superiores a 15.000 euros.

En todos estos contratos, Wakeful Seguridad se encargó de servicios auxiliares de control de accesos, recepción y seguridad

La respuesta sindical 

Desde el sindicato ADN Servicios y Seguridad Cataluña, líderes en el sector, se vuelven a poner las manos en la cabeza. Aunque no conocían estas adjudicaciones, coinciden en calificarlas "cuanto menos de sospechosas", a la vez que estudian exigir una justificación ante "la evidente falta de transparencia". 

No es la primera vez que desde ADN Sindical se piden explicaciones o se denuncian las presuntas irregularidades protagonizadas por la compañía de Mataró. En julio ya presentaron una denuncia ante la Oficina de Antifraude de Cataluña. Escrito que fue aceptado a trámite y que exponía una serie de "anomalías" en las licitaciones del ayuntamiento de Barcelona con el Grupo Wakeful.

Por su parte, al cierre de esta información, el Departamento de Enseñanza de la Generalitat todavía no había respondido a las preguntas de este medio, al haber pedido una justificación sobre los sospechosos contratos menores que se adjudicaron entre 2021 y 2023. 

Deudas e impagos 

Además de estos episodios, otro aspecto oscuro de Wakeful es su situación financiera. La empresa arrastra una deuda cercana a los dos millones de euros con Hacienda, lo que pone en duda su capacidad para gestionar contratos públicos.

Desde Wakeful, sin embargo, se defienden afirmando que todo se trata de una campaña manipulada para dañar su imagen, aunque la realidad parece otra.

Un vigilante de Wakeful, empresa de seguridad que contratan diversos municipios

Un vigilante de Wakeful, empresa de seguridad que contratan diversos municipios Cedida

Varios extrabajadores de la empresa han contactado con Crónica Global para denunciar jornadas laborales maratonianas y los reiterados impagos que enfrentaron.

Un patrón de irregularidades que se ha reproducido en decenas de ocasiones, captando a jóvenes inexpertos, a los que ilusionan con trabajos temporales para, finalmente, dejarlos en el limbo, sin contratos legales y sin pagarles.

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