El hielo marino del Ártico registró su menor acumulación invernal desde que comenzaron los registros hace 47 años. Se trata de un alarmante síntoma del cambio climático que tendrá repercusiones a escala mundial, afirmó un grupo de científicos el jueves.
El Ártico alcanza su máximo grosor de hielo marino en el mes de marzo de cada año y después comienza una temporada de deshielo de seis meses. El Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo señaló que la medición máxima tomada el sábado pasado fue de 14,33 millones de kilómetros cuadrados, unos 80.000 kilómetros cuadrados menos que el pico anterior más bajo, registrado en 2017. Esa es una diferencia del tamaño de California.
"El aumento de las temperaturas en el planeta es lo que está causando la disminución del hielo", indicó el científico especializado en de datos sobre el hielo, Walt Meier. "El hielo marino, en particular, es muy sensible. Así, unos 31 grados Fahrenheit significan patinaje sobre hielo y 33 grados se convierten en natación", añadió.
La pérdida de hielo marino es un sistema de alerta temprana
Los científicos afirman que el calentamiento del Ártico, la región se está calentando cuatro veces más rápido que el resto del mundo, afecta al tiempo en otros lugares. Las diferencias de presión y temperatura entre el norte y el sur se reducen. Eso debilita la corriente en chorro, que mueve los sistemas meteorológicos, haciendo que se sumerja más al sur con brotes fríos y tormentas que a menudo se atascan y llueve o nieva más, según las indicaciones del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo y de Francis.
"El calentamiento de la atmósfera invernal por encima del Círculo Polar Ártico repercute en los patrones meteorológicos a gran escala que sí influyen para los que estamos fuera del Ártico", afirma Julienne Stroeve, científica de la Universidad de Manitoba especializada en hielo.
En cuanto a la disminución del hielo marino, Stroeve también señaló que no se trata solamente de que haya menos. El hielo restante es lo suficientemente fino como para que se derrita rápidamente este verano, indicó Stroeve. Así, advirtió de que una superficie mínima récord en invierno no garantiza una superficie mínima récord en verano.
Según los científicos, el deshielo del hielo marino ártico, sobre todo en verano, está reduciendo la población de osos polares, y haciéndolos más débiles y hambrientos, ya que dependen del hielo marino para cazar. "La capa de hielo marino invernal es especialmente importante para la pesca y las crías de foca", declaró Meier.
El hielo marino disminuye en las cuatro estaciones
El mayor año de hielo marino en el Ártico desde que existen registros fue 1979, con 16,64 millones de kilómetros cuadrados registrados. Esto significa que, desde que los satélites empezaron a rastrearlo, el pico invernal de hielo marino del Ártico se ha reducido en una superficie similar a la de Pakistán.
Cuando el hielo marino invernal no registra anomalías puede extenderse más de la mitad de la Tierra hacia el ecuador, alcanzar Japón, China y el golfo de San Lorenzo en Canadá, señaló Walt Meier. Según Meier, la extensión del hielo marino disminuye en las cuatro estaciones, pero la más importante para la salud general del hielo ártico es el verano. Esto se debe a que las aguas sin hielo se calientan más rápidamente, retienen más calor y hacen que el otoño y el invierno sean más cálidos y flojos.
Las cinco cantidades más bajas de hielo marino ártico máximo en invierno se han producido desde 2015. A principios de este mes de marzo, la Antártida estuvo a punto de batir un récord respecto a la baja cantidad de hielo marino, esta es la época del año en que la región alcanza su mínimo, y acabó con el segundo nivel del mar más bajo jamás registrado.
En general, hay más hielo marino en la Antártida y los dos polos tienen un calendario un poco diferente. Sin embargo, "en el mes de febrero, el hielo marino mundial, la combinación del Ártico y la Antártida, alcanzó un mínimo histórico", concluyó Meier.
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