En el mar, a unos veinte kilómetros al sur de Estocolmo, se encuentran los restos de cinco diferentes naufragios que ya fueron descubiertos en el siglo XIX. En aquel momento, los investigadores creyeron que se trataba de barcos vikingos y esta ha sido la teoría predominante desde entonces.
Pero ahora, nuevos estudios muestran que los barcos son significativamente más recientes que los de la época vikinga, y que uno de ellos probablemente representó un gran avance en la construcción naval escandinava de su época.
Mientras que cuatro de los barcos, según las últimas dataciones de los arqueólogos, datan de los siglos XVII y XVIII, uno de ellos es mucho más antiguo.
Los arqueólogos del museo Vrak en Estocolmo estiman, tras las últimas inmersiones en los pecios, que uno de ellos data de entre 1460 y 1480. Y eso hace que el barco cause sensación, según detalla el medio danés illvid.dk.
En este caso, el barco de aproximadamente 35 metros de largo es el más antiguo encontrado en los países nórdicos y no fue construido siguiendo el método del clinker de los vikingos. Esta técnica consistía en superponer tablones de madera y remachándolos entre sí, permitiendo obtener una estructura resistente pero adaptable, ideal para las difíciles condiciones marítimas a las que se enfrentaban los vikingos. En cambio, el modelo de construcción de este barco fue diferente.
Los arqueólogos del Museo de Naufragios de Estocolmo esperan ahora poder conseguir financiación para futuras investigaciones de este barco, del que aún se conservan varios mástiles. "Este barco representa una transición fascinante de la construcción naval medieval a la moderna", aseguran los investigadores.
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