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Los vecinos de Urgoiti-Ponsich en El Prat, al límite por las chabolas, los robos y los okupas
Las familias de Urgoiti-Ponsich denuncian el abandono por parte del Ayuntamiento en una zona "degradada" enclavada entre los dos solares de las antiguas fábricas de La Seda y la Paperera
Okupaciones, asentamientos chabolistas, robos, inseguridad y ratas a plena luz del día. Esta es la situación con la que conviven los vecinos de Urgoiti-Ponsich en El Prat de Llobregat.
Enclavado entre los dos solares de las antiguas fábricas de La Seda y la Paperera, estos terrenos, que algún día prometieron ser modernos complejos urbanísticos del barrio del municipio del Baix Llobregat, vive hoy una realidad muy distinta: “La zona se ha degradado”, denuncian en conversación con Metrópoli fuentes vecinales.
A tan solo unos minutos del centro de El Prat, los vecinos de las calles Nicolás María Urgoiti, Ponisch y Major denuncian una situación límite que arrastran desde hace más de una década, “sin respuestas claras” por parte del Ayuntamiento.
La zona está afectada por el Plan Urbanístico Seda-Paperera, el mayor proyecto urbanístico de Catalunya que prometía una renovación integral y la construcción de hasta 5.400 viviendas, pero que, dos décadas después de su aprobación, sigue sin concretarse en este enclave del municipio. Hasta la fecha, aseguran los afectados, únicamente ha traído “inseguridad, degradación y falta de inversión”.

Una de las casas del barrio Urgoiti-Ponsich en El Prat
Asentamiento chabolista
En este limbo urbanístico, las consecuencias han sido “nefastas”. El solar de la antigua fábrica de la Seda se ha convertido en un asentamiento chabolista creciente, con entre 12 y 15 construcciones precarias donde viven unas "20 o 30 personas" que no tienen hogar.
Según denuncian los residentes, estas personas no tienen un lavabo, por lo que hacen las necesidades al aire libre. Además, explican, se vierten residuos de obra sin control.
La situación está generando la aparición de ratas, que encuentran en la falta de salubridad el caldo de cultivo perfecto para vivir y reproducirse. "Tenemos un problema grave de plagas", lamentan las fuentes consultadas.

El solar con restos de obras en el barrio de Urgoiti-Ponsich en El Prat
No se trata de un problema nuevo. Los vecinos, hartos de esperar, presentaron firmas hace más de un año para pedir soluciones. “Es un problema que nadie quiere resolver”, denuncian. Las chabolas, explican, ya fueron retiradas hace dos años. "El Ayuntamiento es conocedor de esto. Las derribaron hace un par de años y han vuelto. Las han vuelto a construir y volvemos a tener el problema", aseguran.
Okupaciones y robos
A solo unos metros del solar, en la calle Major junto a la autovía, cuatro casas okupadas por personas en situación vulnerable conviven con la tensión diaria de un vecindario que se siente desprotegido.
El plan urbanístico que afecta la zona ha generado que no se vendan las casas y pisos que los hijos heredan o de las personas que abandonan el barrio. “Nadie va a comprar una casa en un sitio donde hay un plan urbanístico”, justifican los damnificados.
Según denuncian, las viviendas vacías se han convertido en un escenario perfecto para intentar entrar a robar u okupar. El problema es que entran incluso en las que están habitadas.

Una de las casas en las que han entrado a robar en el barrio de Urgoiti-Ponsich
Intentos de okupación
“Cada mes tenemos un susto. Intentos de okupación, robos y entradas en casas. Hace tres meses entraron unos okupas en el patio de una casa justo al lado de la mía, y fueron los propios propietarios quienes los echaron a golpes mientras los Mossos miraban sin intervenir”, relata uno de los vecinos.
El episodio más reciente ocurrió hace dos semanas, cuando “un individuo iba saltando de tejado en tejado en la calle Nicolás María Urgoiti, en pleno día, intentando entrar en las casas”.
El mismo consistorio ha confirmado a este digital que en 2023 se realizó una actuación policial en el antiguo edificio de oficinas de la Paperera, que permitió desalojar ese edificio, que se encontraba okupado.

Calle en el barrio Urgoiti-Ponsich en El Prat
Miedo y olvido institucional
“Han entrado a los patios de casi todas las casas, y no es la primera vez que lo intentan. Hacemos cada uno nuestra vida, pero estamos atrapados. Somos unas 40 familias en total, y no nos hacen ni caso”, dice otro de los residentes.
El barrio, afectado por el plan urbanístico desde hace más de 20 años, ha quedado en tierra de nadie. “Hay fecha para el desarrollo de otras zonas en 2027, pero la nuestra ni siquiera tiene plazo. Nos dicen que faltan 10 o 15 años, y mientras tanto esto se va degradando cada vez más”, lamenta.
El plan urbanístico, se quejan, ha generado "una falta de inversión municipal en el espacio público". ¿El resultado? “Calles en mal estado con aceras reventadas”, aseguran. “Hay falta de inversión del Ayuntamiento. El gasto es el mínimo, llevamos diez años así”, añaden.

Situación de una de las calles del barrio Urgoiti-Ponsich en El Prat
Actuaciones de la policía
Desde el Ayuntamiento de El Prat de Llobregat han confirmado a Metrópoli que tienen conocimiento de la problemática en la zona, y han destacado que la Policía Local ha realizado algunas actuaciones "específicas" en la zona de forma "ordinaria".
Fuentes del consistorio han asegurado que en los últimos meses, durante 2024 y en lo que llevamos de 2025, se han producido ocho actuaciones policiales para preservar la seguridad en este entorno y evitar okupaciones.
Entre estas actuaciones, una intervención permitió identificar a una persona que estaba pernoctando en una tienda de campaña sin permiso, otra permitió identificar a tres personas en un inmueble y una fue una actuación preventiva por una posible okupación en el que finalmente no se identificó a nadie. También se han realizado varios controles planificados en un antiguo edificio vacío en la que no se registró ninguna incidencia.

Imagen aérea del sector La Seda-Paperera de El Prat
Enfrentamientos políticos
Considerado el mayor plan urbanístico de Catalunya, la ejecución del proyecto La Seda-Paperera no avanza sin turbulencias. Según ha adelantado Crónica Global, el Ayuntamiento de El Prat —gobernado por Comuns Sumar— ha roto relaciones con el arquitecto Miquel Roa, una de las figuras clave del diseño, en medio de una tormenta política e institucional.
Es el segundo despacho que abandona la planificación, tras la salida del grupo OUA, dejando al frente a Garrigues y Promo Assessors.
La ruptura con Miquel Roa no solo ha sido técnica, sino también política. El plan abrió una guerra interna en el seno de los Comuns, enfrentando a la actual alcaldesa, Alba Bou, con su predecesor, Lluís Mijoler. Según explicó Crónica Global, ambos se disputaron el liderazgo del macroproyecto, una pugna que acabó con la renuncia de Mijoler y su salida hacia el Parlament.
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