¿Qué cambiará con Windows 12 y cómo prepararte desde ya? El lanzamiento de Windows 12 está a la vuelta de la esquina y marca el inicio de una nueva etapa para los usuarios de PC en todo el mundo. Aunque Microsoft todavía no ha hecho el anuncio oficial definitivo, la información filtrada y el análisis de versiones previas permiten anticipar cambios radicales que afectarán tanto a quienes quieren estar a la última como a quienes buscan estabilidad y seguridad.
En este artículo te contamos, de forma clara, natural y detallada, qué transformaciones trae Windows 12, por qué el salto puede ser el más relevante en años y, sobre todo, cómo puedes prepararte desde ya para no quedarte atrás, ni por hardware ni por software.
¿Por qué Windows 12 será un antes y un después?
Windows 12 no es una mera continuación de Windows 11, sino una plataforma reimaginada con la IA como epicentro, requisitos renovados y una experiencia visual e interactiva que rompe con el pasado reciente. Microsoft, que durante años defendió que Windows 10 sería la última versión, ha virado hacia un modelo de lanzamientos periódicos cada 2-3 años, buscando acelerar la innovación y adaptarse a nuevas formas de usar el ordenador: desde el trabajo híbrido hasta el gaming extremo o la gestión avanzada de datos personales y profesionales.
Los usuarios de Windows 10 se enfrentan al inminente final del soporte oficial (octubre de 2025), y la compañía ha aprovechado esta situación para redefinir la experiencia, empujando además la actualización de equipos y el salto a tecnologías que serán obligatorias para aprovechar todo el potencial de Windows 12.
Principales novedades de Windows 12: lo que ya se sabe y lo que se espera
La llegada de Windows 12 supondrá una verdadera revolución tecnológica para los equipos compatibles. Las filtraciones y los informes de los primeros testers dibujan un panorama cargado de sorpresas, con cambios estéticos y funcionales que van mucho más allá de los simples retoques a los que estábamos acostumbrados en actualizaciones anteriores.
- Integración avanzada de inteligencia artificial: Si Copilot ya era importante en Windows 11, en Windows 12 dejará de ser un simple botón o barra lateral para pasar a estar presente en todo el sistema. La IA te ayudará a buscar archivos, resumir documentos, organizar información, personalizar el uso del sistema y optimizar hasta el último rincón de Windows.
- Windows Recall y experiencias contextuales: Una de las grandes sorpresas será la función «Recall», potenciando la recuperación de actividades y archivos recientes con lenguaje natural, permitiéndote buscar «lo que estabas haciendo la semana pasada» sin preocuparte por rutas de carpetas. Ideal para profesionales y usuarios que trabajan con grandes volúmenes de información.
- Optimización para chips con NPU: Los nuevos procesadores (de Intel, AMD y otros fabricantes) integran NPUs (Unidad de Procesamiento Neural) que se encargarán de las tareas de IA, liberando al procesador principal y ofreciendo un sistema más rápido, fluido y eficiente energéticamente.
- Renovación radical de la interfaz: Adiós a la barra de tareas clásica: llega la barra de tareas flotante, acompañada de efectos visuales avanzados, nuevos iconos y una adaptación perfecta a pantallas de todas las formas y tamaños. Todo será más personalizable y moderno, buscando parecerse más a macOS o Linux en algunos aspectos, pero manteniendo la esencia Windows.
Eso sí, a día de hoy se ha retrasado y te lo contamos en este artículo sobre las claves del retraso de Windows 12.
Requisitos mínimos y recomendados para Windows 12: ¿tu PC está preparado?
Windows 12 exigirá una configuración de hardware más avanzada que cualquier versión anterior, especialmente si quieres aprovechar sus funciones estrella. Las necesidades mínimas y las recomendaciones para disfrutar de la experiencia completa son las siguientes:
- Procesador de 64 bits (ARM/x86) de al menos 1GHz con varios núcleos. Sin embargo, para funciones de IA y velocidad óptima se recomienda optar por chips con NPU integrada.
- Memoria RAM mínima oficial: 4 GB, aunque las fuentes especializadas ya advierten que para sacar partido real a todas las prestaciones (IA, multitarea avanzada, Recall, etc.) lo ideal son 8 GB o incluso más.
- Almacenamiento mínimo de 64 GB, pero se recomienda contar con SSD rápido y, si se puede, 256 GB de espacio interno para mantener fluidez y velocidad de acceso.
- UEFI con arranque seguro y chip TPM 2.0 (obligatorio desde Windows 11 y aún más crítico en esta generación).
- Pantalla de al menos 9 pulgadas y resolución 1366×768 px.
- Gráfica compatible con DirectX 12 (o superior para gaming avanzado).
- Conexión a Internet obligatoria tanto para la instalación como para la activación y uso de determinadas funciones de IA.
¿Cómo será la transición? Actualización, licencias y posibles modelos de pago
Uno de los mayores debates gira en torno a la manera en que Microsoft distribuirá Windows 12 y el precio para el usuario final. Si nos atenemos al precedente de Windows 10 y Windows 11, la actualización podría ser gratuita para quienes dispongan de licencia válida y reciente, especialmente si ya usas Windows 11 en un PC compatible.
Aun así, diversas fuentes apuntan a que la compañía podría endurecer los requisitos y, en algunos casos, plantear un cambio hacia un modelo de suscripción, similar al actual Office 365, sobre todo para funciones avanzadas o entornos empresariales. Esto significaría pagar una cuota mensual o anual por el acceso completo o a ciertas capacidades premium.
Otra cuestión delicada será qué hacer con los usuarios de Windows 10 una vez finalice el soporte: tras octubre de 2025 dejarán de recibir actualizaciones de seguridad gratuitas, aunque seguirá existiendo soporte extendido de pago. En ese momento, actualizar a Windows 11 o directamente esperar a Windows 12 será casi la única vía para mantener la seguridad en el día a día.
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Cómo prepararte desde ya para Windows 12
La mejor estrategia es anticiparse y revisar tu situación actual:
- Comprueba la compatibilidad de tu equipo: Revisa los requisitos, actualiza la BIOS si es necesario y asegúrate de tener TPM 2.0 y arranque seguro activados.
- Actualiza tu hardware si hace falta: Si tu PC se queda corto en RAM, almacenamiento o carece de NPU, sopesa invertir en un equipo nuevo o actualizar componentes clave.
- Haz una copia de seguridad completa de tus datos y configuraciones para evitar disgustos ante cualquier imprevisto durante la transición.
- Evalúa tus licencias y la versión de Windows que usas: Si tienes Windows 11 en un dispositivo moderno, la actualización será directa y sencilla. Si sigues en Windows 10, valora si prefieres esperar o dar el salto a la versión intermedia.
- Mantente informado sobre las novedades, versiones beta o programas Insider, donde podrás probar antes que nadie las funciones avanzadas de Windows 12.
Dudas frecuentes y lo que aún está por confirmar
El nombre final del sistema podría variar: aunque todos los rumores hablan ya de Windows 12, no se descarta que Microsoft opte por una denominación distinta (Windows AI, Windows Next…), poniendo el foco en la inteligencia artificial. Sin embargo, todo apunta a que el nuevo número será el identificador oficial al menos en la primera fase de lanzamiento.
A día de hoy, tampoco hay confirmación sobre la gratuidad total de la actualización para todos los usuarios. Microsoft podría optar por repetir el modelo de licencias gratuitas para equipos compatibles, pero dejar fuera a los que no cumplan los nuevos requisitos (especialmente en hardware de más de cinco años de antigüedad). El soporte extendido de pago seguirá siendo la vía para quienes no puedan o no quieran actualizar inmediatamente.
Respecto a las mejoras específicas de productividad y colaboración, se espera una integración aún más profunda con Microsoft 365, permitiendo sincronización instantánea con Teams, OneDrive y otras herramientas en la nube, ideal para quienes trabajan en remoto o en equipos distribuidos. En cualquier caso, si aún deseas continuar con Windows 11 recuerda que sigues pudiendo descargar una imagen iso desde su web oficial.
La comunidad de expertos y usuarios coincide en que se avecina una de las mayores revoluciones en el ecosistema Windows, pero también advierte sobre los posibles retos: aumento de los requisitos técnicos, cambio de modelo de negocio, adaptación a una interfaz mucho más personalizable y, sobre todo, la necesidad de revisar políticas de privacidad y gestión de datos (sobre todo a medida que la IA se hace omnipresente). En cualquier caso
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