Lo mismo está sucediendo con el mar Cantábrico y el mar Báltico

Este verano, las aguas del Mediterráneo están alcanzando temperaturas preocupantes. En las zonas costeras, donde la gente disfruta de las playas, el termómetro del agua marca niveles récord, superando en varios grados la media de años anteriores.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), informó por la red social Threads que las aguas del Mediterráneo occidental superan los 26 °C e incluso alcanzan de forma puntual de 28 a 30 ºC. Las temperaturas son 6 °C superiores a las habituales para esta época del año.
Estas anomalías han preocupado a los expertos, pues no solo se trata del mar Mediterráneo. Lo mismo está sucediendo con el mar Cantábrico y el mar Báltico. El aumento de las temperaturas es reflejo sintomático de una realidad significativa: las condiciones materiales de los entornos que habitamos están afectando de manera alarmante a los ecosistemas marinos de distintas regiones de Europa. Estas asimetrías transforman la biodiversidad, modificando los ciclos estacionales. Los especialistas inciden en la importancia de tomar medidas cautelares y responsabilizarnos de las causas.
¿Por qué aumenta la temperatura del agua marina?
Esto se debe al calentamiento global. ¿Cómo se produce este fenómeno? Según informa National Geographic, el calentamiento global es un proceso ocasionado por la actividad humana. Entre ellas destacamos la deforestación y extracción de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón). El resultado de este extractivismo genera dióxido de carbono, un gas que atrapa el calor y que se concentra en la atmósfera. Esto propicia un aumento en la temperatura media del planeta, en la que los océanos absorben una parte considerable. De esta manera, muchos organismos marinos se ven afectados como el coral o el krill, alimento base en la alimentación de algunos animales como los pingüinos.

¿A qué afecta el aumento de las temperaturas?
En primer lugar, a la subida del nivel del mar. El incremento en el nivel del mar afecta gravemente las zonas costeras, sumergiendo espacios habitados por personas, flora y fauna. Este fenómeno también contribuye al desgaste progresivo de las playas, poniendo en peligro las regiones geográficas que se encuentran a una menor altura con respecto al mar.

En segundo lugar, a la aparición de especies invasoras y de enfermedades marinas. El incremento de la temperatura puede dar lugar a la proliferación de bacterias. Esto no solo rompe con los hábitats naturales de las especies, sino que puede alterar los flujos de migración.
Algunas observaciones sobre responsabilidad social humana
Observamos como el menoscabo del planeta y el aumento de las temperaturas que ponen en peligro las zonas de playa y a los animales surgen, o bien, por la falta de agencia y responsabilidad de las personas, o por un tipo de agencia que omite las consecuencias de su trabajo.
Así lo informa el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en su informe sobre los Impactos del Calentamiento Global de 1,5°C : “El calentamiento causado por las emisiones antropógenas desde el período preindustrial hasta la actualidad durará de siglos a milenios y seguirá causando nuevos cambios a largo plazo en el sistema climático, como un aumento del nivel del mar, acompañados de impactos asociados”.
Además, también inciden en el aumento de los riesgos relacionados con el clima para la salud, los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria, el suministro de agua, la seguridad humana y el crecimiento económico.
Las actividades extractivistas están en el centro de las asimetrías estructurales que afectan al planeta. Esto pone en el núcleo del problema a las personas. La pregunta que tal vez deberíamos hacernos es:
¿Cómo conciliar la obtención de recursos, y por ende la actividad económica de un país, con una responsabilidad social que atienda las necesidades de los ecosistemas?
El cambio climático: consejos y prevención
El cambio comienza desde nuestras decisiones, que como miembros de una comunidad, tomamos en nuestro día a día. A pesar de que el calentamiento global se haya convertido un problema arraigado, las personas podemos implementar distintas formas de respeto al medioambiente para intentar, en la medida de lo posible, reducir los daños colaterales de nuestras acciones.
La Fundación Aqua, comprometida con el cambio climático, ofrece una serie de consejos base, apelando a la cotidianeidad de las personas, pero también a todo el sector empresarial. Reducción de emisiones de gases en industrias, un mayor uso del transporte público en lugar de los vehículos particulares, usar electrodomésticos ahorradores de energía, consumir más alimentos locales, reciclar, utilizar productos biodegradables y fomentar una labor de sostenibilidad colaborativa entre miembros familiares o de la comunidad.

Todas estas acciones, por pequeñas que parezcan, contribuyen a crear un impacto positivo cuando se suman. El compromiso individual y colectivo es clave para proteger nuestro planeta y garantizar un futuro más saludable para las próximas generaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario