Una de las grandes ventajas que tiene ser periodista de tecnología es que cae en tus manos cualquier tipo de dispositivo: desde móviles y aspiradoras hasta moldeadores de pelo inteligentes, tabletas, relojes y, por supuesto, auriculares.
Gracias a esto, he tenido la oportunidad de probar productos que, de otra manera, no habría podido hacer y, por eso, he llegado a la conclusión de lo difícil que es comprar unos auriculares, teniendo en cuenta que ese es un mercado en el que abundan los tipos, los formatos y las funciones.
¿Y cuáles son los ideales para nosotros? A priori, todos, porque la gran mayoría suelen integrar tecnologías como la cancelación de ruido activa (ANC) o la cancelación de ruido ambiental (ENC)—siempre que se tenga un presupuesto que parta de alrededor de 60 euros, claro—, pero entre ellos hay grandes diferencias.
Lo primero, por motivos obvios, es decidir si queremos comprar unos auriculares con cable o sin él. Los primeros parecen cosa del pasado para la gran mayoría de usuarios, pero aún se siguen comercializando y los hay para todos los gustos y necesidades.
Auriculares con cable, ¿son cosa del pasado?
No es casualidad que muchos de los modelos gaming y para profesionales o gourmets de la música aún incluyan el cable: no dependen de batería, para no interrumpir las partidas o las emisiones en streaming más largas al descargarse, no comprimen la señal de audio y presentan una latencia menor.
No obstante, lo más habitual para el día a día es optar por unos auriculares inalámbricos. Son más cómodos, no se enredan y, generalmente, hay mayor variedad.
Ah, y punto importante, si perdemos uno de los dos, podemos comprar su compañero aparte en algunos casos —Samsung y Apple son algunas de las marcas que ofrecen ese servicio—, lo que sin duda da algo más de tranquilidad.
Tipos de auriculares
Seguro que alguna vez has comprado unos auriculares pensando en sus especificaciones técnicas o, simplemente, porque te parecían bonitos, pero después no te han resultado tan cómodos como esperabas, te han generado molestias e, incluso, se han desprendido de repente de tus orejas. No estás solo.
Eso solo te ha sucedido porque no has elegido los auriculares correctos y esto también puede deberse al desconocimiento, porque realmente hay un arsenal de modelos (dentro de la oreja, sobre ella, semiabiertos, etc.) que conviene clasificar de la siguiente manera:
Los auriculares half-in-ear o semintrauditivos son los más tradicionales y habituales, ya que siguen el formato de los AirPods originales y los modelos básicos actuales. Son aquellos que se insertan en el orificio de la oreja, pero no llegan a entrar completamente en el canal auditivo.
Estos son, por tanto, contrarios a los auriculares intraaurales o in-ear, que son los que se insertan en el canal auditivo para asegurarse de que el sonido llegue directamente al oído, motivo por el que incluyen almohadillas de diferentes tamaños. Debido a que tienen este formato, ofrecen una calidad superior a los anteriores.
Dentro de ambos formatos, también podemos distinguirlos por la forma que tienen o por cómo se sostienen, algo que influye en su sonido y en sus características. Por un lado, están los que tienen forma de botón, más pequeños y que suelen tener superficie exterior táctil, y por otro los de bastón o earbuds, con un palito que sobresale, pero ayuda a colocarlos.
Otra opción son los auriculares de clip o clip ear, unos cascos que se sujetan con firmeza a la oreja y que, por eso, está indicados principalmente para hacer deporte, ya que se colocan encima de ella como si se tratara de una especie de gancho. Otros son como pendientes, como los Huawei FreeClip o los Motorola Buds Loop, y junto con los clip, todos se consideran auriculares de diseño abierto, open ear.
En algunas ocasiones, estos modelos introducen la tecnología de conducción ósea, que envía el sonido al oído sin pasar por los tímpanos y los deja libres, y en su lugar funcionan a través de vibraciones que van desde el cráneo hasta el oído interno.
Auriculares de diadema que son mucho más que eso
Si bien es posible confundir algunos de los modelos de auriculares inalámbricos comentados en el anterior apartado, es aún más complicado saber diferenciar los que incluyen diadema, pero también tienen sus diferencias y especificaciones más concretas. Lo único que comparten es, precisamente, que esa diadema se encarga de distribuir el peso de la forma más equilibrada posible.
Los auriculares circumaurales, también conocidos como over-ear, hacen una referencia literal a su nombre, ya que cubren por completo la oreja. Esto significa que esta parte del cuerpo queda dentro de la almohadilla, que generalmente tiene una forma redonda u ovalada, para reducir las interrupciones de manera eficiente.
Entre los más populares también están están los auriculares supraaruales. Son aquellos que cubren la oreja, pero no la rodean, como sí hacen los circumaurales. De esta manera, no aíslan del todo los ruidos, lo que hace que sean menos cómodos que esos otros.
En este apartado también entran en juego otros conceptos: auriculares abiertos, cerrados y semiabiertos. Los primeros son los que tienen la parte trasera abierta, con una rejilla, lo que facilita la ventilación y favorece la sensación de mayor espacio sonoro.
Los auriculares cerrados, en cambio, tienen esta parte completamente sellada, para aislar mejor el ruido, lo que también hace que sean algo menos cómodos que los anteriores, especialmente en sesiones largas de uso. El sonido, sin duda, es más nítido, pero en alguna ocasión puede ser agobiante.
El punto intermedio en este caso, por tanto, son los auriculares semiabiertos, que combinan elementos de ambos tipos: ni son cerrados del todo ni completamente abiertos, sino que permiten que se ventile la zona y también que se transfiera algo de ruido exterior.
Entonces, ¿con cuáles me quedo?
Escoger unos auriculares es una decisión muy personal, que depende principalmente de la comodidad y del presupuesto. Las tecnologías que integran estos dispositivos son solo algunos de los motivos por los que se encarecen (junto con los materiales, el tipo de resistencia al polvo y al agua, etc.), pero no hay unos mejores que otros.
Lo ideal es pensar en qué situaciones vas a utilizarlos (en una oficina relativamente silenciosa, en el transporte público, etc.) y cuáles te resultarían más cómodos a la larga. Por ese motivo, más allá de su color y su diseño, lo ideal es priorizar su peso y presión. Esto, sin olvidar que sean compatibles con el sistema operativo del dispositivo que se vaya a conectar para la reproducción de contenidos, claro.
En definitiva, si los vas a utilizar para escuchar música o aislarte de tu entorno, principalmente durante largos períodos de tiempo, lo recomendable es elegir unos auriculares circumaurales. Por el contrario, si te conviene estar también atento a lo que sucede a tu alrededor, lo ideal es optar por unos auriculares supraaurales, que son los que introducen una suerte de modo transparente de serie.
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