La Guardia Civil, con la colaboración de la Agencia Tributaria, detuvo el pasado martes día 12 en el Aeropuerto de Barcelona a un pasajero como presunto autor de un delito contra la salud pública por transportar distintas drogas repartidas entre su equipaje facturado y el interior de su cuerpo, informa la Benemérita en un comunicado este lunes.
La actuación se inició a las 13.30 horas, cuando la Unidad de Análisis e Investigación Fiscal y Fronteras (Udaiff) detectó, en base a procesamiento de datos e inteligencia, a un pasajero que podía estar transportando algún tipo de sustancia ilícita, por lo que los agentes se trasladaron hasta la terminal para identificar a esta persona.
Una vez localizado el titular procedente de Bruselas (Bélgica) en la Terminal 1 del aeropuerto, los agentes realizaron un acto de conciliación -procedimiento que consiste en abrir el equipaje en presencia del viajero para verificar su contenido- y encontraron cinco botes de supuestos suplementos alimenticios que llamaron la atención.
El pasajero declaró que eran suplementos, pero las pruebas de detección que realizaron los guardias civiles confirmaron que en realidad se trataba de 75 comprimidos de MDMA, con un peso total de 212 gramos: su actitud nerviosa y respuestas incoherentes llevaron a los agentes a considerar que podría ocultar más droga en el interior de su cuerpo. Fue trasladado a la sala del radiólogo sita en la Terminal 1, donde una radiografía reveló cuerpos extraños que portaba en la cavidad anal.
Voluntariamente y bajo supervisión médica expulsó de forma segura un preservativo que contenía 16 bolsas de droga: ocho de TUSI (también conocida como cocaína rosa) con un peso de 8,8 gramos, cinco de ketamina con un peso de 5,3 gramos y tres de MDMA con un peso de 3,3 gramos.
Riesgo para la salud
Este procedimiento, dando a conocer a este tipo de pasajero como "bolero" o "mulero", consiste en introducir cápsulas o paquetes de droga, habitualmente envueltos en látex, en cavidades corporales o mediante ingestión.
Aunque busca eludir los controles de seguridad, conlleva un grave riesgo para la salud, ya que una rotura accidental del envoltorio puede provocar una intoxicación grave o la muerte.
La droga intervenida y el detenido, un ciudadano belga de 30 años, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de El Prat de Llobregat (Barcelona), que entiende del caso
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