Metropoli
La Sindicatura de Greuges de Barcelona, dirigida por David Bondia, ha alertado de un grave fallo en los protocolos de asistencia social de la ciudad.
La institución ha denunciado un caso en el que una familia con dos niños, de 12 y 3 años, se vio obligada a dormir en la calle después de que los servicios sociales del Ayuntamiento no les ofrecieran una solución estable.
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El caso, que la Sindicatura ha calificado de "muy grave", comenzó en noviembre de 2024, cuando la familia llegó a Barcelona para tratar un problema de salud de uno de los padres.
Sin alternativa de alojamiento
Tras quedarse sin hogar, contactaron con el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB). El centro les proporcionó alojamiento solo por dos días y los derivó al Servicio de Atención a Inmigrantes, Emigrantes y Refugiados (SAIER), que, sin embargo, no disponía de ninguna alternativa de alojamiento estable para ellos.
A pesar de los dos meses de llamadas y visitas de seguimiento, la situación no mejoró. En mayo de 2025, la familia, que había sido estafada, regresó al CUESB.
El centro les dio alojamiento de nuevo, pero la historia se repitió: los derivaron una vez más al SAIER, con el mismo resultado.
En un intento desesperado, la familia se presentó hasta cinco veces más en el CUESB, pero se les negó la posibilidad de acceder a un alojamiento temporal de urgencia (ATU) y se les orientó para que buscaran un lugar por su cuenta.
Revisión urgente de los protocolos
Ante estos hechos, la Sindicatura ha sido contundente. "Ningún niño se puede encontrar en situación de calle en Barcelona", advirtió David Bondia en un comunicado.
La institución ha reclamado al Ayuntamiento una revisión urgente de los protocolos de actuación en casos con menores.
El objetivo es que se activen nuevas soluciones cuando las de CUESB y SAIER sean ineficaces, garantizando que los derechos de los más vulnerables estén siempre en el centro de las prioridades.
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