(ACN) La Red Vecinal del Raval ha denunciado un repunte de narcopisos en los últimos tres meses y ha avisado al Ayuntamiento de que con la presión policial y el Plan arregla no basta para poner fin al fenómeno. "Si llenamos el barrio de vecinos de clase trabajadora, este fenómeno se reducirá", defiende la entidad, que reclama más políticas sociales. El Ayuntamiento afirma que ahora mismo hay menos de 10 puntos de consumo de droga, cuando entre 2017 y 2018, había más de 100.

Incidir en políticas de vivienda y "llenar el Raval de vecinos"

Aunque admiten que el volumen de puntos de venta se ha reducido en los últimos años, la Red Vecinal del Raval alerta del repunte y reclama no sólo presión policial, sino políticas sociales. Ángel Cordero, miembro de la entidad, cree que el Plan arregla refuerza una visión "estigmatizadora" del Raval. Defiende que hay que actuar sobre las causas de fondo. Si llenamos el barrio de vecinos de clase trabajadora, este fenómeno se reducirá. Lo demostramos: "Allí donde pusimos una familia a vivir, desaparecía el punto de venta".

71 narcopisos desmantelados en 2025

El teniente de alcaldía y concejal de Ciutat Vella, Albert Batlle, ha defendido el trabajo realizado para luchar contra los narcopisos. Durante el primer semestre del año, se han desmantelado de media en Barcelona más de dos puntos de venta de droga a la semana. Este 2025, han sido, de momento, 71, 46 de ellos derivados de investigaciones policiales que han acabado con entradas. De ellos, se han devuelto 30 domicilios a sus propietarios. En total, se han realizado 1.280 detenciones por delitos contra la salud pública, cifra que representa un 23,9 % más que en el año 2024.

Batlle ha remarcado en declaraciones a la ACN que este gobierno "no rehúye el debate sobre la convivencia, al contrario", y ha reivindicado la creación del Consejo de Seguridad y Prevención de Ciutat Vella.

Lloga el pis a un ciutadà italià i acaba convertint-se en un punt de venda


Los vecinos, el Ayuntamiento y los cuerpos policiales ya hace meses que han detectado una nueva modalidad de narcopiso, que en lugar de ocupar una vivienda lo alquila de forma temporal e incluso pagando por adelantado. Es la forma de esquivar los desalojos exprés.

Un ejemplo es el que se ha vivido en un estudio de la calle de Guifré que la inmobiliaria Ruby Realties alquiló a un ciudadano italiano, el cual aseguró que quería la vivienda durante tres meses y pagó por adelantado, alegando que venía de vacaciones en Barcelona. La responsable de la inmobiliaria, Rebeca Day, ha explicado a la ACN que la petición de alquiler se hizo a través de internet y que no se detectó ningún comportamiento anómalo: "No era un perfil sospechoso, ni fuera de lo que estamos acostumbrados".

Solo dos días después de que el hombre se instalara, los vecinos comenzaron a alertar de que el piso se había convertido en un punto de venta de drogas. " Nos quedamos con el piso ocupado por traficantes", ha explicado Day, que ha relatado que las personas que acudían al narcopiso "llamaban por los pasillos, amenazaban a los vecinos y vendían clientes cada 15 minutos, tocando todos los timbres del bloque".

Desalojo en 38 días

La responsable de la inmobiliaria ha indicado que el desalojo rápido no habría sido posible sin la presión sostenida del vecindario y la actuación conjunta de los Mossos d'Esquadra, la Guardia Urbana y el Ayuntamiento. " Los vecinos lo denunciaron todo: cada movimiento sospechoso, cada venta. Eso ha permitido a la policía construir el caso y avanzar en la investigación y las demandas judiciales para hacerlos fuera en solo 38 días", ha explicado Day.

Foto: ACN

Asimismo, ha asegurado que este ha sido el desalojo más rápido que ha visto nunca. "Lo más rápido que había visto antes eran ocho meses. Eso es récord", ha remarcado. Con todo, ha admitido que pocos días después del desalojo, los delincuentes ya se habían instalado en otra vivienda de la misma calle. "Solo han cambiado de acera", ha lamentado.

Los comerciantes, preocupados

Los efectos de estos narcopisos no sólo impactan en los residentes. Comerciantes como el Yasir, propietario de un café en la esquina de la calle de Guifré, han compartido su frustración: "Los narcopisos generan mucho miedo", admite. También el Santi, encargado de una ferretería cercana, ha explicado que en el barrio "la situación es complicada, sobre todo de noche", y ha añadido que a menudo hay peleas, gritos y gente extraña que hace que los vecinos no se sientan a gusto.