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En el corazón de Castilla y León, entre las provincias de Soria y Burgos, se esconde un Parque Natural que ofrece uno de los uno de los paisajes más sobrecogedores y menos masificados de España. Con sus imponentes paredes de roca caliza que alcanzan los 200 metros de altura, su flora y fauna, y la presencia de una ermita templaria del siglo XIII, este paraje ofrece una experiencia senderista que une la historia, la naturaleza y la tranquilidad más absoluta.
El cañón del río Lobos se extiende a lo largo de más de 25 kilómetros, excavado durante milenios por la persistencia del río homónimo. Lo que hoy es un paraíso para senderistas, fotógrafos y amantes del turismo rural, fue antaño un corredor frecuentado por celtas, romanos y caballeros templarios.
Este cañón kárstico es uno de los mejores ejemplos de modelado geológico en la península ibérica. La erosión del agua sobre la roca caliza ha dado lugar a cuevas, simas, y formaciones espectaculares, como la cueva de la Galiana.
La ermita de San Bartolomé: misterio templario
Uno de los grandes atractivos del parque es la ermita de San Bartolomé, una construcción románica del siglo XIII ligada a la Orden del Temple. La ermita está rodeada de leyendas, como la que dice que su ubicación no es casual, sino que responde al centro geográfico entre el cabo de Creus y Finisterre. Detrás de la ermita, una subida conduce a un mirador natural desde el que se contempla toda la majestuosidad del cañón.
El cañón del río Lobos es también un paraíso para los senderistas. Su ruta más popular es el camino que sigue el curso del río desde la entrada sur, en el puente de los Siete Ojos, hasta la ermita de San Bartolomé, y luego hacia Hontoria del Pinar en plena sierra de la Demanda. El recorrido es bastante accesible y apto para todas las edades.
Uno de los mayores tesoros del cañón es su riqueza faunística. Alberga una de las colonias de buitres leonados más grandes de Europa, que pueden verse desde distintos puntos del parque. También se pueden avistar águilas, halcones, nutrias e incluso, con suerte, gatos monteses.
A diferencia de otros destinos naturales en España, el cañón del río Lobos se mantiene al margen del turismo masivo. A pesar de su belleza, sigue siendo un lugar poco transitado incluso durante los fines de semana o temporadas altas. Esto lo convierte en un destino ideal para quienes buscan conectar con la naturaleza sin las prisas que impone el turismo convencional.
Cómo llegar al cañón del río Lobos y consejos prácticos
El parque se encuentra a una hora en coche de Soria capital y también es accesible desde Burgos o Madrid en menos de tres horas. El acceso más sencillo es desde el pueblo de Ucero, donde se encuentra el Centro de Interpretación del parque y donde comienza una de las rutas principales.
Si tienes pensado hacer una ruta senderista es imprescindible llevar calzado cómodo, agua, protección solar, teléfono móvil, una cámara de fotos para sacar las mejores instantáneas y una batería externa. Hay que tener en cuenta que no está permitido acampar dentro del parque, pero en los alrededores hay casas rurales que permiten al explorador alargar su estancia y explorar otros parajes cercanos, como la Fuentona de Muriel o el sabinar de Calatañazor.

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