Metropoli
Collserola
El pantano de Vallvidrera
A solo unos minutos del centro de Barcelona existe un rincón verde perfecto para escapar del ruido sin abandonar la ciudad: el pantano de Vallvidrera.
Este espacio de la sierra de Collserola se ha convertido en uno de los destinos favoritos para quienes buscan un descanso rápido rodeado de naturaleza.
Un refugio silencioso a pocos minutos del centro
El pantano sorprende por su calma, y más teniendo en cuenta su cercanía a la gran ciudad. Basta con alejarse unos metros del núcleo urbano para encontrarse rodeado de bosques, senderos y un embalse histórico construido en el siglo XIX.
Es un plan ideal para familias, ciclistas o cualquier persona que quiera desconectar con un paseo fácil y sin complicaciones.
Una ruta sencilla
El camino hasta el pantano comienza en el Baixador de Vallvidrera y está señalizado desde el primer tramo. El sendero avanza entre pinos, encinas y zonas abiertas con vistas al entorno natural. Incluso quienes no están acostumbrados a caminar lo encuentran accesible y cómodo.
El pantano de Vallvidrera
Durante el recorrido, el paisaje cambia constantemente: tramos de bosque frondoso, prados con vegetación mediterránea y, finalmente, el espejo de agua del pantano.
Varias áreas de descanso y paneles informativos enriquecen la experiencia y permiten disfrutar del entorno con calma.
Cómo llegar desde Barcelona
La forma más rápida y cómoda de acceder al pantano es en transporte público. Desde el corazón de la ciudad, en Plaça Catalunya, los trenes de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya de las líneas S1 y S2 realizan un trayecto de 15 minutos hasta la estación de Baixador de Vallvidrera, que es el punto donde comienza la ruta.
Quienes prefieran desplazarse en coche también tienen un acceso sencillo: basta con tomar la B-20 y seguir las indicaciones hacia la salida 10, que conduce directamente a la zona de Vallvidrera y permite llegar a los alrededores del pantano en apenas unos minutos.
El pantano de Vallvidrera
Un barrio lleno de historia
Vallvidrera, integrado en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi desde 1890, conserva un encanto muy particular. Entre los puntos más destacados del barrio se encuentra la iglesia de Santa Maria de Vallvidrera, un templo del gótico tardío que ha sobrevivido desde el siglo XVI.
Muy cerca se encuentra Vil·la Joana, la casa donde Jacint Verdaguer vivió sus últimos días y que hoy es un museo dedicado al poeta catalán.
La zona también conecta con la carretera de les Aigües, uno de los itinerarios más transitados de Barcelona gracias a sus vistas panorámicas sobre la ciudad.
Más allá del pantano
Además del embalse, la zona de Les Planes ofrece pequeños núcleos como Mas Sauró, Mas Guimbau o el Rectoret, antiguos espacios de veraneo que mantienen una esencia tranquila y rural.
Allí todavía se respira el ambiente relajado que caracterizaba el ocio barcelonés de principios del siglo XX.
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