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La Navidad de este año estará marcada por un claro predominio del tiempo invernal. La llegada de una nueva masa de aire frío provocará un descenso acusado de las temperaturas, con valores claramente por debajo de lo habitual para estas fechas, heladas nocturnas y posibilidad de nevadas en distintas zonas, especialmente en el norte y este peninsular. Así lo ha avanzado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo, que prevé una jornada navideña "fría y con temperaturas entre 5 y 10 grados por debajo de lo normal en amplias zonas de la mitad norte".
Según Aemet, la primera parte de la semana ya transcurre con ambiente frío, pero será el día 25 cuando se note con mayor intensidad la entrada de aire polar. Durante la madrugada de Navidad se esperan heladas en buena parte del interior peninsular y, durante el día, muchas capitales no alcanzarán los 10ºC, con registros incluso inferiores a los 5ºC en ciudades de la meseta norte. "Será una jornada plenamente invernal, con un descenso térmico más acusado en el norte y en el área mediterránea", ha explicado Del Campo.
En cuanto a las precipitaciones, la Aemet señala que lo más probable es que se concentren en la Cordillera Cantábrica, aunque con menor persistencia que en días previos. También se esperan lluvias en el norte de Cataluña y en Baleares, sin descartar que puedan extenderse a otras zonas del Mediterráneo y penetrar hacia el interior oriental de la Península. En estos casos, la precipitación podría ser en forma de nieve, especialmente en áreas de montaña, con cotas relativamente bajas para la época.
El escenario previsto coincide con el análisis de Meteored, que alerta de una situación especialmente propicia para las nevadas en el noreste peninsular durante el día de Navidad. El meteorólogo Gabriel Bernabé García explica que el patrón atmosférico en Europa, con un potente bloqueo anticiclónico en Escandinavia, favorecerá el descuelgue de aire frío polar continental hacia la Península Ibérica. A ello se sumará la formación de dos bajas presiones, una entre Cerdeña y Baleares y otra en el mar de Alborán, que reforzarán la entrada de vientos húmedos del Mediterráneo.
"La combinación de aire frío y humedad incrementará notablemente las probabilidades de nieve en Cataluña y Aragón", señala Bernabé. Las provincias con mayor riesgo de nevadas significativas serían Girona, Lleida, el Prepirineo de Barcelona y Huesca, donde los acumulados podrían alcanzar entre 10 y 15 centímetros en zonas del Pirineo. En áreas montañosas de Zaragoza y Teruel, las cantidades serían más modestas, aunque suficientes para teñir de blanco el paisaje.
La cota de nieve podría situarse entre los 500 y los 800 metros en buena parte de Aragón y en el interior de Tarragona y Lleida, mientras que en zonas más meridionales y en el litoral catalán subiría hasta los 1.300 o 1.500 metros. En cualquier caso, Meteored subraya que el ambiente será gélido: en las cumbres del Pirineo no se descartan temperaturas de hasta -10ºC al amanecer del día de Navidad, y en ciudades como Lleida, Zaragoza, Huesca o Teruel se esperan mínimas cercanas o incluso inferiores a los 0ºC.
De cara a los días posteriores, Aemet apunta a un aumento de la incertidumbre, aunque los modelos actuales sugieren un ascenso progresivo de las temperaturas a partir del viernes, 26 de diciembre. Aun así, el frío diurno persistirá en amplias zonas del interior, con máximas contenidas y heladas todavía frecuentes, aunque menos intensas y extensas conforme avance el fin de semana.
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