En medio de la crisis energética producida por la pandemia, la ya castigada economía de Europa sufre un nuevo revés: la tensión en la frontera entre Rusia y Ucrania. La inflación, las expectativas de subida de los tipos de interés y los tambores de guerra en un país fundamental para el abastecimiento energético de Europa son el gran escollo para alcanzar la ansiada recuperación económica en el Viejo Continente.
En la que Estados Unidos consideran una semana clave en el conflicto en el este de Europa, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó el pasado fin de semana que Rusia podría invadir Ucrania "cualquier día desde hoy. Incluso esta misma semana, antes de que terminen los Juegos Olímpicos". Las declaraciones, que provocaron que numerosos gobiernos europeos recomendaran a sus ciudadanos en Ucrania que abandonaran el país, han recibido también una respuesta a nivel económico.
Este lunes, los principales índices bursátiles europeos han sufrido una importante caída, a lo que se ha unido el aumento del precio del barril de petróleo Brent por encima de 96 dólares por primera vez desde 2014 y una prima de riesgo en España que supera los 100 puntos, algo que no ocurría desde junio de 2020.
"La crisis geopolítica tiene efectos económicos, porque uno de los componentes que estaba aumentando la inflación en Europa era el alto precio de la energía, del gas natural en particular, y Rusia es uno de los principales suministradores", explica a 20minutos Álvaro Anchuelo, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá. "Además, lo que pasa en el mercado financiero depende de las expectativas sobre el futuro, cualquier acontecimiento que pueda empeorar esas expectativas influye", reconoce.
La cuestión energética, en el trasfondo de la crisis
Si hay un factor que explica la situación económica en Europa es el incremento del precio del gas en los mercados internacionales, provocado entre otros factores por la demanda mundial de energía durante la recuperación de la actividad económica tras el parón de la pandemia.
La crisis en Ucrania llega en un momento en que las energías se encuentran en precios desorbitados, lo que da a Rusia un elemento fundamental de negociación de cara al conflicto, al ser un importante exportador. En torno al 35% del las importaciones de este recurso natural para la producción de energía de Europa provienen del Estado ruso.
"A medida que se espera que pueda haber un conflicto bélico, los países europeos saben que si se posicionan lo que va a hacer Rusia es cortar el grifo y aumentarían los precios tanto del gas natural como del petróleo, que también exportan. Este aumento de los costes energéticos se traduciría en mas inflación", aclara a 20minutos Sergio Ávila, analista de mercado de IG.
Pese a que en España el gas ruso no es tan esencial como en otros países europeos, la relación entre los países de la Unión Europea terminarían por afectar a todos los países del continente. "Si en Alemania aumenten los precios del gas natural, los inversores podrían considerar un aumento de los tipos de interés en Europa, porque el Banco Central Europeo podría aumentar los tipos y eso afecta también a España, que pagaría más por los intereses de su deuda. Esto se podría traducir en una subida de impuestos, reduciendo el poder adquisitivo y generando menos crecimiento de la economía", explica Ávila.
"Estamos viendo si los bancos centrales son capaces de controlar la inflación, viendo que las energías siguen en aumento, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no tienen suficiente capacidad para poder abastecer al mercado y que la demanda sigue siendo fuerte", agrega el analista, que reconoce que con todo esto es difícil poder controlar el aumento a nivel general de los precios.
En este sentido, el precio del barril de petróleo Brent, de referencia para el continente europeo, se suma al incremento del gas y aumenta la presión energética. Este lunes el barril llegaba a superar los 96 dólares, lo que significa un encarecimiento de más del 21%, mientras que el Texas (WTI) se colocaba en los 95,46 dólares.
Inflación y miedo a la subida de tipos de interés
La prima de riesgo española -sobreprecio que paga España para financiarse en el mercado- supera este lunes la barrera de los 100 puntos básicos, ante el alza sostenida del rendimiento del bono nacional a diez años -el de referencia-, que alcanza el 1,22 %. En las últimas semanas, el rendimiento de los bonos soberanos ha escalado con fuerza ante el miedo de los inversores a que los bancos centrales endurezcan sus decisiones de política monetaria para controlar la inflación.
"Si aumenta la inflación lo único que pueden hacer los bancos centrales es subir el tipo de interés de manera fuerte. Esto es lo que se pone de manifiesto en los mercado ante la idea de subidas de tipos y la propia guerra, que puede generar en cierta manera un freno del crecimiento económico", explica Sergio Ávila, que añade que esto pone en alerta a los inversores y puede afectar algunos sectores.
El pasado 3 de febrero, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dejó la puerta abierta a una subida de tipos en este 2022, aunque después ha asegurado que elevarlos ahora "no solucionará los problemas actuales" y "no ayudaría a nadie". El BCE ha recordado que cualquier subida de tipos solo se llevará cabo después de que se reduzcan a cero las compras netas de activos, algo que no pasará hasta, por lo menos, octubre de 2022.
En este contexto, la prima de riesgo de Italia alcanza este lunes los 171 puntos básicos, mientras que en Grecia se sitúa en los 237 puntos básicos. En Portugal, su prima de riesgo alcanza los 89 puntos básicos, mientras que la rentabilidad del bono a diez años cotiza en el 1,09 %. Por el contrario, el interés del bono alemán a diez años -considerado el más seguro de Europa, y cuya diferencia con el español mide el riesgo país-, baja con fuerza, hasta el 0,196 %, desde el 0,294% del pasado viernes.
Lagarde ha indicado que la inflación permanecerá elevada a corto plazo. Esto se debe a que los precios energéticos siguen siendo la principal influencia alcista, aunque la presidenta del BCE también ha reconocido que las subidas de precios "se han vuelto más generalizadas", con aumentos destacados de muchos bienes y servicios.
Incertidumbre en la bolsa
"La crisis de Ucrania implica una incertidumbre más general para el mercado que se traduce un movimiento de aversión al riesgo de los inversores que afecta a la bolsa como clase de activo, y no tanto a sectores específicos como sucede con el riesgo de subidas de los tipos de interés", afirma Jaime Sicilia, analista de Singular BANK.
En la jornada de este lunes, el Ibex 35 se ha desplomado un 2,55%. En este escenario, el Ibex 35 ha cerrado en los 8.573,8 puntos, con Cellnex como único valor en positivo, al aumentar un 0,39%. Por el lado contrario, ArcelorMittal (-6,33%), IAG (-4,83%), Fluidra (-4,30%), Banco Sabadell (-4,05%), Indra (-4,02%), BBVA (-3,96%), y Banco Santander (-3,88%) han sido los valores más penalizados en la jornada de hoy.
El resto de bolsas europeas también han cerrado la sesión en 'rojo', con caídas del 1,69% en Londres, del 2,27% en París, del 2,02% en Fráncfort y del 2,04% en Milán. Además, algunos sectores como el de las aerolíneas y la aviación han sufrido especialmente la tensión entre Ucrania y Rusia: Aena (-2,25%), Wizz Air (-5,8%), Lufthansa (-3,1%) y Air France-KLM (-3,4%).
Tras varios meses de incertidumbre por la crisis energética derivada de la pandemia, la crisis de Ucrania ha llegado para convertirse en un factor adicional que castiga aún mas lo que está pasando en los mercados. Si finalmente los tambores de guerra se consuman es todavía una incógnita, aunque la economía ya presagie la difícil situación a la que se podría enfrentarse el Viejo Continente