El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rectifica apenas 48 horas después de descartar el envío de armas a Ucrania. Este miércoles, el mandatario ha anunciado que finalmente España proporcionará por su cuenta "material ofensivo" al ejército de ese país, pese a la oposición del ala de Unidas Podemos del Ejecutivo, que hace unos días afirmó que esta acción supondría contribuir a la "escalada bélica". Así lo ha planteado en el Congreso, donde ha confirmado que también se enviarán armas a través del Fondo Europeo para la Paz; ha rechazado mandar tropas españolas a Ucrania -sí a los alrededores, en el marco de las misiones de la OTAN- y ha anunciado diversas medidas económicas para paliar la crisis económica en la que puede derivar el conflicto en el país báltico, que ha vaticinado que será "largo".
En un principio, el presidente ha defendido su decisión inicial de que el envío de armas a la "resistencia ucraniana" se vehiculase desde Europa. Es "lo adecuado", ha dicho, porque ante "una amenaza europea tenemos que dar una respuesta europea, coordinada". No obstante, Sánchez ha asegurado que, para disipar las dudas que han surgido entre algunos grupos "que ponen en cuestión el compromiso del Gobierno" con Ucrania, "España entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo" de manera bilateral.
El presidente, eso sí, no ha detallado la magnitud de este envío de armas españolas, aunque sí ha recordado que el fondo de la UE de 450 millones de euros tiene a España como "cuarto donante" de toda la UE. "España siempre ha entendido que este ataque es a Europa, por eso siempre hemos defendido acciones coordinadas a nivel europeo", ha insistido.
Esta decisión del presidente del Gobierno se produce un día después de que comenzaran a hacerse patentes las diferencias entre PSOE y Unidas Podemos en relación a este asunto, agudizadas por el hecho de que España fuera el único país de entre las economías más grandes de la UE que se había negado a facilitar armas por su cuenta a Ucrania. Este martes, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, afirmó que el envío de armamento se haría "directamente" por parte de España, aunque en todo momento sostuvo que se vehicularía a través de los fondos aportados por el país a UE.
Este cambio de discurso fue leído por Unidas Podemos únicamente como una manera de mover el foco y evidenciar la participación de España en la defensa de Ucrania, pero no como un cambio en la postura del PSOE. Los morados, de hecho, insistieron este martes por la tarde en que la posición "unánime" del Gobierno la marcó el presidente Sánchez el lunes, cuando confirmó que España no enviaría de forma independiente armamento ofensivo a Ucrania.
"Putin nos ha recordado que la OTAN es más necesaria que nunca"
Con todo, Sánchez ha rechazado que vaya a enviar tropas españolas a Ucrania, aunque este es un extremo que ni se había planteado. Eso sí, ha reafirmado el anuncio realizado ayer por el Ministerio de Defensa, comandado por Margarita Robles, que avanzó que España reforzaría su contingente en Letonia con 150 militares más, lo que supone que las tropas españolas sumen ya 950 efectivos en la frontera con Rusia.
Este movimiento, eso sí, se enmarca dentro del refuerzo de las misiones que la Alianza Atlántica está realizando en la Europa del Este. Y es que, Sánchez ha querido reivindicar el papel de la OTAN, que "Putin nos ha recordado que es más necesaria que nunca". Cabe recordar que en junio, coincidiendo con el cumplimiento del 40 aniversario de la entrada de España en la Alianza, Madrid acogerá una nueva cumbre. Además, Sánchez ha avanzado que la Unión y la OTAN ya trabajan conjuntamente para estar "plenamente alienados".
Podemos: "La escalada puede llevarnos a un conflicto mundial"
Apenas unos minutos después de que Sánchez confirmara su cambio de posición en el Congreso, la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, aseguró que enviar armas supone "contribuir a la escalada" de un conflicto que, de enquistarse, "puede llevarnos a un escenario" de guerra "mundial".
Belarra no quiso elevar el tono ante una decisión que supone una rectificación frontal de la postura que había tenido el Gobierno en los últimos días y que el propio Sánchez confirmó el lunes, cuando descartó que España fuera a realizar su propio envío de armas a Ucrania además de contribuir al que, conjuntamente, ha aprobado la UE. Pero si fue muy clara al asegurar que, a juicio de Unidas Podemos, ese envío de armamento no es "eficaz" para detener el conflicto y, de hecho, puede únicamente agravarlo.
Rusia, paraíso fiscal
En su intervención, que ha durado alrededor de una hora, el presidente ha alertado de que el conflicto será "largo", al igual que la crisis económica que se producirá por la guerra y por las sanciones económicas que la Unión ha impuesto contra el país dirigido por Putin, como por ejemplo la exclusión de Rusia del sistema SWIFT. Además, Sánchez ha avanzado que impulsará "en la Unión Europea y en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la declaración de Rusia como un paraíso fiscal, incluyendo a ese país en la lista negra”.
Como ya defendió el lunes en una entrevista en Televisión Española, el presidente ha insistido en que las sanciones durarán "hasta que ponga fin a la invasión" y Rusia "salga de Ucrania". "De toda Ucrania", ha añadido, sin aclarar si en ese "toda" se incluyen las regiones separatistas de Donbás, que Rusia reconoció días antes de comenzar la invasión de Ucrania.
Batería de medidas sociales
El presidente también ha avanzado una batería de medidas sociales que pretende poner en marcha para paliar los efectos de la crisis. En un primer lugar, ha instado a la patronal y a los sindicatos a alcanzar un "acuerdo de rentas p.ara evitar caer en una espiral inflacionaria que ponga en riesgo la recuperación económica". En materia de empleo, el Gobierno acelerará el Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo, recogido en la reforma laboral, para permitir a las empresas afectadas por la crisis tomar medidas como la reducción de la jornada de los trabajadores o la suspensión temporal de los contratos, "siempre con la recualificación de los trabajadores".
Fijándose a medio y a largo plazo, el plan nacional de respuesta a la guerra de Sánchez prevé un plan de reducción de consumo en los edificios públicos -para lo que se destinarán 100 millones de euros-, la reducción del 80% de los peajes a más de 600 consumidores de la industria electrointensiva y la prórroga, hasta el 30 de junio, de las medidas de flexibilidad de los contratos de suministro de gas natural de los consumidores industriales. Además, acelerará el despliegue de las renovables con partidas de hasta 500 millones de euros para fomentar el autoconsumo de energía y buscará alternativas al hueco que dejarán los turistas rusos que no vendrán a España si el conflicto llega a la temporada estival.