Las víctimas que nadie quiere ver: una treintena de niños mueren por las bombas en Ucrania
Desde que comenzaron los ataques rusos, los niños se han convertido en los más vulnerables
Naciones Unidas cifra en 26 los niños fallecidos y en 400 adultos
Los hospitales necesitan medicinas, pañales y leche para los bebés
Una joven médico MIR llora desconsolada en una esquina de lo que antes era una sala de espera en el Hospital Pediátrico de Okhmadet (Kiev). Acaban de operar a un niño de 13 años que sufría impactos de metralla. No han podido salvarle.
La desesperación y el silencio llenan la sala. La televisión está encendida, y en la imagen, el presidente Zelenski, con su camiseta verde kakhi, intenta dar ánimo a la población. En los sillones, cubiertos con mantas, hay niños enfermos y sus padres. Algún pequeño corretea, otro se esconde bajo una mesa- juegan a bombardeos- y una niña canta, como intentando escapar del momento.
Según datos de la ONU hasta el momento 26 pequeños han perdido la vida por los ataques rusos a Ucrania. Son datos provisionales, por desgracia la cifra podría aumentar de manera drástica tras la ofensiva de Járkov y Kiev. Las muertes de civiles adultos superan los 400 fallecimientos.
Las sirenas de las ambulancias siguen sonando en la puerta del Hospital de Okhmadet. Está a menos de un kilómetro de la plaza de Maidan, en pleno centro. "Nos falta comida y leche para los bebés", se queja un enfermero, que rápidamente toma en sus brazos a un pequeño herido. El niños tiene restos de metralla en las manos. Otros dos adultos heridos esperan tumbados. Los sanitarios les ponen suero y se los llevan a otra zona menos transitada.
La mayoría de los pequeños han sido trasladados a los sótanos del hospital, excepto los que se encuentran en la UCI. Algunos piden subir a las plantas de arriba cuando pasa la noche para ver la luz del sol, o al menos la claridad y juegan - los que pueden moverse- entre bolsas y sueros. Una risa infantil surge casi como un milagro en medio de las miradas desesperadas e impotentes de los adultos.
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