Las ucranianas defienden Kiev: "No aceptaremos las condiciones de Putin. Preferimos morir que vivir como rusas"
Los ucranianos llevan ya llevan 9 días asediados por el ejército ruso. Una semana en las que las tropas de Vladimir Putin han logrado recorrer los cientos de kilómetros de separan Bielorrusia de Kiev, la capital de ucrania. Allí, el ejército ucraniano trata de repeler los ataques del país agresor mientras miles de personas se alistan en las brigadas de defensa territorial, una especie de milicias locales. Las mujeres no se quedan atrás, las hay en el frente, que luchan como militares, las hay inexpertas, como Margot, que piensan en unirse a las milicias, y como Veronika, de 28 años, que ayuda haciendo una guerra informativa contra Rusia: "Si pudiera hacer algo en el frente, lo haría. Como no puedo, esta es mi forma de ayudar, lo mínimo que puedo hacer"
Veronika, de 28 años, habla con 20minutos al salir de trabajar. La vida en Ucrania no se ha parado. Los ciudadanos llevan 8 años viviendo en el conflicto con Donetsk y Lugansk y el país está curtido en el conflicto. Sin embargo, nunca esperaron que llegara a tanto: "En dos días viviendo lo que vive esa gente ya no sabemos como lo soportan", confiesa Veronika.
Ella vive en Kiev, pero vistos los acontecimientos se ha marchado a 20 kilómetros de la capital, desde el que puede estar con su familia y con sus animales con menos peligro: "Y menos mal que nos marchamos a tiempo, el jueves por la noche cayeron dos misiles justo en el barrio de Kiev en el que yo vivo, hizo añicos casas a menos de un kilómetro, no puedo imaginar el miedo que habríamos pasado".
"En Kiev la situación es terrible. Este viernes han sonado las sirenas de nuevo, dicen que los rusos trajeron a las cercanías de la capital los BM21-sistemas soviéticos de lanzamiento múltiple de cohetes- para bombardear Kiev y las cercanías. La gente pasa las horas cerca de los refugios, con tensión con miedo", cuenta Veronika a este medio. Sin embargo, en su pueblo, la situación tampoco es fácil. está muy cerca del aeropuerto de Borýspil, lo que los convierte en un objetivo para los rusos: "Hemos pasado la noche refugiados en el sótano, cada ruido te hace temblar", confiesa esta ucraniana.
"No somos cobardes, confiamos en el ejército"
Sin embargo, Veronika deja claro el que cree que es el sentir de todo el pueblo ucraniano: "Tenemos miedo sí, pero no somos cobardes, no tenemos miedo de decir lo que pensamos, de actuar, vamos a defender lo que es nuestro, nuestra tierra, nuestra casa", asegura.