Joan Simonet, gerente de Asaja (Asociación de Jóvenes Agricultores), explica que en Baleares todavía no puede hablarse de sequía pero añade que la utilización del agua depurada permitiría regar más y aumentar considerablemente la producción. «Si hablamos de diversificar la economía y de potenciar el producto local es necesaria invertir en la depuración de aguas residuales y en facilitar su aprovechamiento para el campo».
Según Simonet, este tipo de inversiones «también son importantes para combatir los efectos del cambio climático y para reducir las emisiones que genera el transporte de productos a las Islas».
Comunidades de regantes
Asaja propone una inversión inicial de 1,5 millones de euros con cargo a los fondos de la ecotasa para que los agricultores interesados puedan obtener concesiones directas del agua depurada cuando no existen las infraestructuras comunes gestionadas por comunidades de regantes. Actualmente, el agua depurada destinada al campo la gestiona comunidades de regantes. Lo habitual es que la comunidad de regantes cree una balsa de almacenamiento de agua depurada que se canaliza a los campos de cultivo.
En muchas zonas de Baleares no hay agricultores suficiente para crear una comunidad de regantes. Por ello, Asaja propone que donde no sea viable la creación de una comunidad de regantes, los agricultores puedan también tener a su alcance el agua depurada. Añade que la implantación de nuevas superficies de regadío con aguas depuradas mejora las condiciones paisajísticas, sobre todo en el caso de arbolado.
«Los almendros y algarrobos necesitan poca agua pero cuando se riegan aumenta mucho su producción», explica el gerente de Asaja. Añade que «la optimización de la reutilización del agua depurada contribuye claramente al objetivo transversal de la mejora del medio ambiente y mitigación de los efectos del cambio climático».
En su propuesta sobre las inversiones con cargo a los fondos de la ecotasa, Asaja explica que la utilización de aguas depuradas en ningún caso afecta a extracciones de masas de agua subterránea ni superficial y que, por tanto, «este tipo de inversiones han de contar forzosamente con el visto bueno de la administración ambiental e hídrica y son, en consecuencia, perfectamente subvencionables».
La actual línea de ayudas para la reutilización de agua depurada no incluye las inversiones para conducir el agua desde la depuradora a la finca, lo que dificulta enormemente el acceso a las aguas depuradas.
Por todo ello, Asaja propone establecer una línea de ayudas específica para subvencionar al 90% la construcción de sistemas de conducción de agua desde las estaciones depuradoras hasta las fincas de las explotaciones agrarias que tengan una concesión directa en el uso de agua depurada. Incluyendo también la construcción de pequeñas balsas por regulación de estas aguas dentro de las explotaciones agrarias, los equipos de impulsión y los filtros para mejorar la calidad final del agua antes de entrar en los sistemas de distribución en el interior de las parcelas.
Otras inversiones
Aparte de las inversiones en aguas depuradas, Asaja Balears ha presentado ante la Conselleria de Agricultura otros cuatros proyectos para que sean financiados con el fondo del Impuesto sobre Estancias Turísticas, la ecotasa. Según subraya el gerente de Asaja, Joan Simonet, estos proyectos «encajan en los objetivos de la Ley, se adaptan a la normativa europea de ayudas y están incluidos en el Programa de Desarrollo Rural de las Balears».
Los proyectos a financiar con la ecotasa son para empezar habilitar una línea de ayudas destinada a explotaciones de dimensión inferior a 0,4 UTA’s y extensiones superiores a les 10 hectáreas que no pueden acceder a la línea de ayudas tradicionales incluidas en el PDR. La partida económica sería de 1.5 millones de euros anuales, distribuidos en recuperación del antiguos cultivos de olivar u otros en terrenos montañosos, recuperación de antiguos cultivos en terrenos no montañosos o reposición de árboles.
Además, se plantea una línea de ayudas de inversiones no productivas vinculadas a la realización de compromisos de agroambiente y clima, conocida como «ayudas para rehacer marges». La inversión sería de 1.500.000 euros. Asaja plantea también reestructurar el sector de los frutos secos. Se trata de volver a convocar la línea de ayudas de inversiones en el sector de los frutos secos, tal y como se hizo en octubre de 2021. La inversión sería de 2.500.000 euros.
Finalmente, se pide un programa para la realización de acciones de limpieza y reducción de la masa vegetal susceptible de ser propagadora de incendios. Se trata de una línea convocada dos veces en años anteriores y que ha tenido muy buena acogida. Destinar 2 millones de euros anuales para esta actuación. En total, para la ejecución de estos 5 proyectos se destinarían 9 millones de euros.
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