Tras varios meses de bajadas, el precio de la gasolina y el diésel ha retomado sus ascensos y han registrado en el mes de enero la mayor subida desde el estallido de la guerra de Ucrania el pasado mes de febrero. Una situación que se complicará en los próximos meses, cuando entre en vigor la prohibición total de importar a los países de la UE cualquier producto petrolífero ruso.
Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de la gasolina ha registrado un alza de 12,7% superando la subida que registro el pasado mes de marzo tras la invasión rusa de Ucrania. Por su parte, el precio del diésel también se ha disparado en el primer mes del año, concretamente, un 10,2%, por lo que supera la subida del mes de junio -cuando se encareció un 9,2%-, pero se mantiene por debajo del alza del 18% que experimento tras el estallido del conflicto.
Esta subida del precio de los carburantes se produce justo después del fin del descuento. El pasado 31 de diciembre, en el marco del nuevo paquete de medidas para frenar el impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los españoles, el Gobierno de Pedro Sánchez decidió eliminar la bonificación de 20 céntimos a los carburantes, limitándola a transportistas, agricultores, navieras y pescadores. Sin esta rebaja fiscal, los precios de la gasolina han vuelto a las andadas y llenar el depósito de 55 litros de gasolina cuesta esta semana 91 euros y con gasóleo 92 euros.
Respecto a hace un año, cuando aún no estaba en vigor el descuento, la gasolina es ahora un 7,9% más cara y el gasóleo cuesta un 19,83% más. No obstante, el precio de ambos carburantes todavía están lejos de los máximos históricos que registraron en junio de 2022, que se podrían volver a registrar a partir del segundo trimestre del año. Un subidón que tendrá efectos en la inflación y con el que el Gobierno de Pedro Sánchez se replantearía aplicar de nuevo la bonificación de 20 céntimos para intentar evitar que tenga consecuencias en las urnas.
Y es que, la situación puede empeorar a partir del mes de febrero. En concreto, la Comisión Europea (CE) aplicará el próximo 5 de febrero la prohibición total de importar a los países de la UE cualquier producto petrolífero ruso y derivado. Esta sanción, que se suma a la larga lista de castigos que Bruselas ha impuesto al Kremlin, no tendrá efectos inmediatos en los consumidores, es decir que el precio del diésel y la gasolina no se disparará en febrero y, probablemente, tampoco lo hará en el mes de marzo, porque los países europeos han intensificado sus compras a Rusia en las últimas semanas, lo que blinda el precio, pero cuestiona la eficacia de las medidas que se están adoptando desde Bruselas.