MEDIDAS SERIAS
La situación climática actual está marcada, desde hace tiempo, por la sequía. Así como por veranos cada vez más cálidos con olas de calor extremas. Por eso, este mes de marzo se ha decretado una fase de excepcionalidad que restringe el consumo de agua en el espacio público. Una preocupante realidad para la que algunos municipios han decidido tomar medidas serias.
Aunque el decreto del gobierno no obliga a mantener cerradas las duchas de las playas catalanas, tanto el AMB como los ayuntamientos metropolitanos han tomado la decisión de mantenerlas fuera de servicio durante la temporada de baño. Un cierre que no sorprende si tenemos en cuenta que llevan sin funcionar desde octubre de 2022. El AMB asegura que el ahorro aproximado con las duchas cerradas será de 20.000 m³ de agua mensuales, de tal manera que entre junio y septiembre se ahorrarán 80.000 m³.
La previsión es que las duchas sigan cerradas durante todo el verano --si se mantiene la misma situación de excepcionalidad--. En Barcelona, a diferencia de las demás playas metropolitanas, se habilitará una ducha. Algunos usuarios se han mostrado críticos en redes ante esta decisión, que tildan de "discriminatoria". Las ciudades en cuyas playas se habilita esta medida de restricción son Castelldefels, Gavà, Viladecans, El Prat de Llobregat, Barcelona, Sant Adrià de Besòs, Badalona y Montgat.
PROPUESTAS ADICIONALES
Las restricciones en el uso del agua no solo afectan a las duchas. La limpieza del mobiliario e instalaciones se llevará a cabo de forma manual para minimizar su consumo. Esta decisión se ha empezado a aplicar hace dos meses, cuando se decretó el estado de excepcionalidad por sequía. De esta forma, se reduce al máximo el uso de mangueras a presión, una medida que ha permitido ahorrar más de un 80% de agua.