Metropoli
Uno de los barcos atacados acogió a Obama, Springsteen y Spielberg
El pasado fin de semana, una veintena de activistas de la organización Rebelión o Extinción atacaron varios barcos atracados en el Puerto de Barcelona, arrojándoles pintura negra para denunciar el uso de combustibles sólidos y alertar contra el cambio climático. La acción se enmarca dentro de la campaña en contra de las subvenciones europeas a los combustibles fósiles, que se lleva a cabo entre el 27 de mayo y el 2 de junio. Precisamente el 4 de junio, esta organización tiene previsto dar, en el recinto municipal Pati Llimona, una charla bajo el lema ‘Emergencia climática. ¿Porqué no se está afrontando correctamente? ¿Cómo podemos provocar cambios efectivos?’.
Los activistas escogieron para su acción yates de superlujo, símbolos de grandes fortunas que utilizan los paraísos fiscales como refugio para eludir el pago de impuestos. El denominador común de los yates atacados era, precisamente, que todos navegan bajo bandera de conveniencia, es decir, de un paraíso fiscal y en su mayoría camuflan a sus verdaderos propietarios tras una maraña de sociedades pantalla que dificultan conocer la persona a quien en verdad pertenecen.
Rociados con pintura biodegradable
El Rising Sun, valorado en unos 400 millones de dólares, fue uno de los yates atacados. Este imponente barco de 138 metros de eslora, se encontraba fondeado en el Muelle de Espanya, al lado del Maremágnum. La pasarela del muelle sólo se encuentra separada del paseo público por un pequeño muro, en el que existe una puerta permanentemente guardada por un vigilante de seguridad que se ocupa de abrirla para permitir el paso de los inquilinos de los yates amarrados en ese muelle y en el del Depòsit, ubicado frente al Museo de Historia.
Los activistas rociaron con pintura negra (biodegradable) el casco y la popa del Rising Sun, donde tiene una pasarela para entrar al yate, mientras mostraban pancartas con lemas como ‘Vuestro lujo, nuestra sequía’ o ‘Los subsidios fósiles financian la extinción’. Horas después del ataque, el Rising Sun levó anclas y partió hacia Mallorca. El barco dispone de 30 camarotes (tiene 45 tripulantes) y otros ocho camarotes dobles para invitados.
Invitados de lujo
El propietario en la sombra del Rising Sun es David Geffen, aunque oficialmente, según ha podido comprobar Metrópoli, el barco está operado por la empresa Vessel Safety Management LLC, que tiene su sede en Fort Lauderdale (Florida), aunque la propietaria parece ser Rosemount Ventures Ltd, una empresa con la misma sede que la anterior, pero con sedes también en Islas Cayman y en Islas Vírgenes. No obstante, navega bajo bandera de las Islas Cayman, un paraíso fiscal del Caribe. Geffen es el productor de artistas como Eagles, Jackson Browne, Bob Dylan, Donna Summer, Nirvana, Guns & Roses o Linda Ronstad y fue el editor del último disco de John Lennon. Es, además, uno de los cofundadores de Dreamworks. Y también es uno de los norteamericanos más ricos: su fortuna está valorada en 6.800 millones de dólares.
Su barco se convierte en verano en la meta de un puñado de famosos que conforman una selecta élite: por él han pasado Barack Obama, Bruce Springsteen, Leonardo di Caprio, Tom Hanks, Jeff Bezos, Katy Perry, Oprah Winfrey, Orlando Bloom, Julia Roberts, María Shriver, Steven Spielberg, Paul McCartney o Bradley Cooper. Estos famosos han pasado por sus cubiertas en verano, cuando el magnate traslada el palacio flotante a las Baleares para pasar las vacaciones en este archipiélago.
Aunque los camarotes son limitados, el megayate dispone, en total, de un total de 82 ‘departamentos internos’ en cinco plantas: su superficie total llega a los 8.000 metros cuadrados. Entre otros lujos, tiene un cine con pantalla de plasma y una cancha de baloncesto transformable en helipuerto. Dispone, además, de un generador de energía que podría abastecer a una población de 50.000 habitantes.
Un magnate sudamericano
El superyate Lion fue otro de los atacados con pintura negra mientras estaba atracado en el muelle del Dipòsit. Fue diseñado por la empresa Baglietto para un desconocido propietario sudamericano, cuyos intereses son supervisados por el italiano Tommaso Bilotta, de Camper & Nicholsons. Con diseño exterior de Francesco Paszowski, el interior corrió a cargo de los diseñadores de Baglietto y de Leonardo Santi, representante del propietario, un diseñador freelance especializado en interiorismo de yates de lujo.
El Lion es menos ostentoso que el Rising Sun: sólo mide 48 metros de eslora. Su casco es de acero con superestructura de aluminio y cuenta con un solarium de 140 metros cuadrados además de una piscina. Tiene una terraza de playa de 46 metros cuadrados, que incluye spa, gimnasio y zona de relajación. Entre sus lujos incluye un roll bar y un área de lunch con asador y parrilla. También tiene un jardín de invierno con comedor para 12 personas.
Más de 30 millones de lujo
La cubierta inferior incluye dos camarotes dobles que se pueden transformar en cuatro mediante paredes deslizantes. El propietario hizo construir un ascensor de cristal que conecta todas las cubiertas. Este yate, construido en 2021, navega bajo bandera de Islas Vírgenes Británicas y está valorado en unos 35 millones de dólares.
Junto al Lion, está fondeado el Ancora, otro superyate construido el año pasado, con casi 48 metros de largo, con capacidad para 10 huéspedes. Su propietario se mantiene también en secreto, pero navega bajo bandera de las Islas Cayman. Igual que el Lion, tiene barbacoa, club de playa, jacuzzi y bar al aire libre. Navega tanto por el Caribe como por el Mediterráneo Occidental. Este yate se puede alquilar a razón de 43.300 euros por día o a partir de 260.000 euros semanales en temporada baja y 290.000 euros en temporada alta. Durante el verano, presta sus servicios en el Mediterráneo. El Ancora fue construido en Turquía, con diseño de Robert Trown & Associates.
Tiene cinco habitaciones: una suite con cama extragrande y baño privado, dos camarotes con cama queen size y baño privado y dos camarotes con dos camas individuales y también baño privado. Todo con ventanales del techo al suelo. Los alojamientos de la tripulación se encuentran apartados de los huéspedes.
Necesidad de movilizarse
Junto a estos dos, se encontraba el Va Bene, que navega también bajo bandera de Islas Cayman y que el día 26 zarpó hacia Francia. Este lunes se dirigió de Niza a Olbia (Cerdeña), donde está atracado desde primeras horas de este martes.
Todos ellos tienen potentes motores diésel, que los ecologistas consideran altamente contaminantes. Según Rebelión o Extinción, “cada año se destinan al menos 405.100 millones de euros en subsidios a la industria fósil en la IE. Como referencia, esto es diez veces más que la cantidad gastada en políticas climáticas (menos de 40.000 millones de euros al año). Eso significa que las grandes corporaciones reciben recortes de impuestos que ascienden a más de 1.000 euros por contribuyente de la UE al año”.
La organización sostiene que los gobiernos miran hacia otro lado en política medioambiental y subraya que “el tiempo se nos agota y sólo a través de la movilización social y la desobediencia civil podemos conseguir que se tomen medidas reales”. De ahí las vistosas campañas de protesta que llevan a cabo sus activistas.