Metropoli
El gobierno de Collboni ha definido los objetivos y acciones concretas para reducir la criminalidad
El Ayuntamiento de Barcelona quiere erradicar la delincuencia en la ciudad. Para conseguirlo, el Área de Prevención, Seguridad y Convivencia ha elaborado el Plan Local de Seguridad 2024-2027, donde ha analizado de manera exhaustiva la evolución de la criminalidad y ha elaborado 300 acciones específicas para hacerle frente. Los principales ejes policiales giran en torno a cuatro puntos: multirreincidencia, okupación, tráfico de drogas y Copa América de vela.
Según detalla el documento, prácticamenteel 90% de los delitos que se denuncian en Barcelona son contra el patrimonio. Es decir, los robos en todas sus modalidades y los hurtos. Este último representa el 48% del total de la criminalidad en 2023. Le siguen muy de lejos los delitos contra las personas (6,5%) y, dentro de ese grupo, uno de los fenómenos que más preocupa a las autoridades es el auge de las agresiones sexuales, que no han parado de crecer en los últimos años.
Agresiones sexuales y con arma blanca en Barcelona
Por este motivo, la Guardia Urbana ha incorporado la perspectiva de género involucrando a varios operadores nocturnos con el objetivo de disuadir no solo los delitos sexuales, sino cualquier tipo de ilícito penal susceptible de ocurrir de noche, como lo serían las agresiones con arma blanca. Albert Batlle, teniente de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, ya hace tiempo que se refiere a este fenómeno como "la cultura de la navaja", algo que, según los datos más recientes del Balance Trimestral de Criminalidad del 2024, ha crecido.
Otro de los grandes retos a los que tiene que hacer frente el consistorio municipal es el auge de la multirreincidencia. En agosto del 2022, se impulsó una reforma legislativa que pretendía poner penas más duras contra este tipo de delincuentes. No obstante, la modificación no ha tenido los efectos esperados. Precisamente este ha sido el motivo que ha impulsado al Ayuntamiento a constituir la Comisión del Estudio de la Multirreincidencia, que busca nuevas mejoras legislativas.
La inseguridad, la principal preocupación de los barceloneses
Este suceso está estrechamente relacionado con la percepción de inseguridad que tienen muchos barceloneses y que, según los datos del último Barómetro Municipal, es el principal problema para los ciudadanos. La policía municipal colabora activamente con los Mossos d'Esquadra en el marco del Plan de Acción Tremall, destinado a detener este tipo de delincuentes. El año pasado consiguieron identificar a 487 personas en activo implicadas en 6.169 hechos delictivos, casi todos ellos relacionados con hurtos y robos con violencia e intimidación.
El Plan Local de Seguridad presenta varias acciones concretas para luchar contra los reincidentes, entre las que se encuentran que la Guardia Urbana pueda tener acceso al sistema automatizado de identificación ocular. También se contempla la coordinación con la Policía Nacional para detectar a multirreincidentes en situación administrativa irregular e impulsar la creación de nuevos juzgados para revertir la saturación de los actuales, que están desbordados por la multirreincidencia.
La okupación, un problema de seguridad y convivencia
La okupación es otra de las prioridades del plan, ya que "pone en riesgo la seguridad de las personas y altera gravemente la convivencia de la ciudad". El Ayuntamiento apuesta por un abordaje integral, poniendo énfasis en las zonas más afectadas y adoptando medidas que van "más allá de la acción policial", involucrando a la ciudadanía y trabajando en profundidad las actividades preventivas.
Uno de los puntos clave es la creación de una oficina antiokupas, una propuesta que presentó el Partido Popular en el pleno municipal del pasado mes de abril y que ha contado con el apoyo del PSC, Junts. Además, también se contempla la creación de una unidad de la Guardia Urbana especializada en este ilícito penal, unas medidas que se asemejan mucho a las ya creadas por Núria Parlon en Santa Coloma de Gramanet o de Albiol en Badalona. También destaca el papel clave de la Policia de Barri y su coordinación con la ciudadanía y el resto de actores públicos y privados para erradicar este problema.
Narcopisos y tráfico de drogas
Estos pisos okupados suelen ser el caldo de cultivo de más delitos, como el tráfico de drogas, que ha aumentado exponencialmente en Barcelona. La situación ha llegado a tal punto que, en 2022, los Mossos d'Esquadra crearon una unidad especializada en desmantelar narcopisos en la ciudad. Uno de los objetivos que persigue el plan es mejorar el protocolo de desalojos de estos inmuebles y, a través de la inteligencia policial, analizar las ubicaciones de los puntos de venta.
Por otra parte, desde el Área de Prevención y Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona quieren poner mano dura contra las asociaciones cannábicas. Según Batlle, si de él dependiera, "las cerraría todas", ya que "degradan la imagen de la ciudad". El edil socialista quiere impulsar una reforma legal para acabar con ellas. Una de las acciones que se contemplan en el plan es la coordinación operativa entre la Fiscalía y la Judicatura para intervenir en los clubs de marihuana. También quiere incrementar las actuaciones de la policía administrativa alrededor de los establecimientos que permiten su consumo, así como la creación de espacios compartidos entre la Guardia Urbana y la Agencia de Salut Pública de Barcelona para la mejora de las intervenciones.
Coordinación operativa en la Copa América de vela
La Copa América de vela es otra de las grandes protagonistas del plan, con un papel clave en la coordinación con el resto de cuerpos policiales. Dentro de las acciones concretas para este objetivo se encuentran la ampliación de instalaciones, ubicaciones y capacidad de navegación de la Guardia Urbana; así como la realización de varios planes específicos en materia de civismo, convivencia y gestión del litoral barcelonés.
Para garantizar que se cumplan con todos los objetivos contemplados en el plan, el Área de Prevención y Seguridad creará un comité de seguimiento y, cuando termine su periodo de vigencia, se elaborará un nuevo informe para ver qué objetivos se han cumplido y los puntos que hay que mejorar.