Beteve
A petición de los movimientos vecinales, se ha producido una reunión en la sede del distrito de Gràcia entre entidades, representantes de familias y consistorio, que ha sido infructuosa para las entidades en defensa de los asentamientos.
Las familias de la comunidad gitanoromanesa que viven en los asentamientos de Vallcarca junto al viaducto continúan reclamando una alternativa residencial al Ayuntamiento de Barcelona. Viven en barracas en un solar de titularidad municipal y están pendientes de que en cualquier momento los puedan desalojar. Este jueves por la tarde, a petición de los movimientos vecinales, se ha producido una reunión en la sede del distrito de Gràcia entre entidades, representantes de las familias y consistorio. Según ha explicado Sindicato de Vivienda de Vallcarca a betevé al acabar, el encuentro ha sido infructuoso.
"Queríamos salir de la reunión con la garantía de que no habrá un desalojo sin una alternativa para todas las personas que viven allí, pero hemos salido sin nada", ha lamentado la Berta, una de las portavoces del sindicato. "No pueden obviar que es un caso diferente. Estas familias, al vivir en barracas, no pueden acceder de la misma manera a los circuitos de vivienda como hace la otra gente que se está quedando sin casa y que ya vive en un piso. La excepcionalidad existe. Reclamamos medidas excepcionales y eso no lo quieren hacer", ha continuado.
Las familias de la comunidad gitanoromanesa que viven en los asentamientos de Vallcarca junto al viaducto continúan reclamando una alternativa residencial al Ayuntamiento de Barcelona. Viven en barracas en un solar de titularidad municipal y están pendientes de que en cualquier momento los puedan desalojar. Este jueves por la tarde, a petición de los movimientos vecinales, se ha producido una reunión en la sede del distrito de Gràcia entre entidades, representantes de las familias y consistorio. Según ha explicado Sindicato de Vivienda de Vallcarca a betevé al acabar, el encuentro ha sido infructuoso.
"Queríamos salir de la reunión con la garantía de que no habrá un desalojo sin una alternativa para todas las personas que viven allí, pero hemos salido sin nada", ha lamentado la Berta, una de las portavoces del sindicato. "No pueden obviar que es un caso diferente. Estas familias, al vivir en barracas, no pueden acceder de la misma manera a los circuitos de vivienda como hace la otra gente que se está quedando sin casa y que ya vive en un piso. La excepcionalidad existe. Reclamamos medidas excepcionales y eso no lo quieren hacer", ha continuado.
El plan de las entidades en defensa del asentamiento
El Sindicato de Vivienda de Vallcarca, la entidad vecinal Som Barri y la Asamblea Libertaria Heura Negra han redactado un plan para realojar a todos los miembros de esta comunidad y facilitar su integración en la sociedad. Se trata de una propuesta que elaboraron en consenso con los afectados y que han hecho llegar este jueves a representantes del Ayuntamiento de Barcelona.
La propuesta prevé trasladar a los afectados en viviendas dentro del mismo barrio. Las entidades ponen sobre la mesa la posibilidad de que se les ceda a cambio de un alquiler social el edificio de titularidad municipal que hay en la avenida de Vallcarca que hace años que está vacío. Este bloque de pisos, sin embargo, está destinado a los afectados urbanísticos de la transformación del barrio.
El Sindicato de Vivienda de Vallcarca, la entidad vecinal Som Barri y la Asamblea Libertaria Heura Negra han redactado un plan para realojar a todos los miembros de esta comunidad y facilitar su integración en la sociedad. Se trata de una propuesta que elaboraron en consenso con los afectados y que han hecho llegar este jueves a representantes del Ayuntamiento de Barcelona.
La propuesta prevé trasladar a los afectados en viviendas dentro del mismo barrio. Las entidades ponen sobre la mesa la posibilidad de que se les ceda a cambio de un alquiler social el edificio de titularidad municipal que hay en la avenida de Vallcarca que hace años que está vacío. Este bloque de pisos, sin embargo, está destinado a los afectados urbanísticos de la transformación del barrio.
"Tenemos mucho miedo de vernos en la calle"
betevé ha podido hablar con el Amador, uno de los vecinos de los asentamientos. Ha explicado que tiene tres hijas escolarizadas en el barrio y que hace 10 años que vive en las barracas. "Me dedico a la chatarra y trabajo entre 11 y 12 horas al día", ha dicho. "En el solar no hay agua caliente, no tenemos ducha y la cocina es muy pequeña. Cada día hay más gente que necesita una barraca. Todos somos familia y somos unas 110 personas de Rumanía y otros países", ha seguido.
Sobre la posibilidad de ser desahuciado en cualquier momento, el Amador ha confesado que su familia tiene mucho miedo de verse en la calle porque no tienen otra alternativa. "Ellos ven solo la parte mala, que nos dedicamos a recoger chatarra, que somos sucios, pero en realidad nuestros hijos van a la escuela, tienen estudios y los mantenemos limpios", ha sentenciado.
En la misma línea, otra vecina del asentamiento, la Florian, ha lamentado: "Nos tratan como si no existiéramos". También se ha mostrado visiblemente agotada: "No sé si tengo más fuerza para luchar. […] Queremos vivir con dignidad y tenemos papeles", ha afirmado. La Florian pide a las administraciones que construyan más viviendas públicas con dinero de la Unión Europea.
betevé ha podido hablar con el Amador, uno de los vecinos de los asentamientos. Ha explicado que tiene tres hijas escolarizadas en el barrio y que hace 10 años que vive en las barracas. "Me dedico a la chatarra y trabajo entre 11 y 12 horas al día", ha dicho. "En el solar no hay agua caliente, no tenemos ducha y la cocina es muy pequeña. Cada día hay más gente que necesita una barraca. Todos somos familia y somos unas 110 personas de Rumanía y otros países", ha seguido.
Sobre la posibilidad de ser desahuciado en cualquier momento, el Amador ha confesado que su familia tiene mucho miedo de verse en la calle porque no tienen otra alternativa. "Ellos ven solo la parte mala, que nos dedicamos a recoger chatarra, que somos sucios, pero en realidad nuestros hijos van a la escuela, tienen estudios y los mantenemos limpios", ha sentenciado.
En la misma línea, otra vecina del asentamiento, la Florian, ha lamentado: "Nos tratan como si no existiéramos". También se ha mostrado visiblemente agotada: "No sé si tengo más fuerza para luchar. […] Queremos vivir con dignidad y tenemos papeles", ha afirmado. La Florian pide a las administraciones que construyan más viviendas públicas con dinero de la Unión Europea.
Minimizar los riesgos
El Ayuntamiento asegura, por su parte, que trabaja a todos los niveles, desde el distrito y desde Servicios Sociales, tratando de intervenir para buscar una solución al problema. La prioridad, dice, es la salubridad y la seguridad para minimizar los riesgos para las personas que viven en condiciones precarias y para el vecindario del barrio en general. En paralelo, el consistorio recuerda que se está trabajando en el futuro del barrio, con la creación de vivienda protegida y la urbanización del parque central.