Las mascarillas brillan por su ausencia en el festival Cruïlla
Las mascarillas brillan por su ausencia en el festival Cruïlla de Barcelona. A pesar de que el evento musical prometió que todos sus asistentes llevarían el cubrebocas para protegerse del coronavirus, en los vídeos a los que ha tenido acceso Metrópoli Abierta se evidencia que no se está cumpliendo.
Así como en la edición XXS del festival –en la que los asistentes estaban sentados– se llevaron a cabo las medidas sanitarias a rajatabla, en esta no ha sido así. En las grabaciones, realizadas este jueves, 8 de julio, durante uno de los conciertos de la primera jornada del Cruïlla, se puede ver como la gran mayoría del público del festival, mayoritariamente joven, hace caso omiso a las indicaciones sanitarias. También se aprecia como el staff de la organización no interviene para pedir que se coloquen bien la mascarilla. Lo mismo ha pasado esta noche anterior, en la que encabezaban el cartel Two Door Cinema Club o Manel.
"FALSOS NEGATIVOS"
Carlos, uno de los asistentes de la primera noche del festival, en la que actuaron Kase.O, Natos y Waor o Lágrimas de Sangre, ha explicado a Metrópoli que "a pesar de las ganas que tenía de volver a un concierto" se sintió "un tanto inseguro": "había grandes aglomeraciones de personas bebiendo y fumando sin mascarilla, y por mucho que nos hicieran el test de antígenos, puede que más de uno diese un falso negativo".
El festival, que prevé acoger 25.000 asistentes cada día, ha hecho grandes esfuerzos para desarrollar las actividades culturales a pesar de la situación sanitaria actual. Antes de entrar al Cruïlla, los asistentes deben someterse a un test de antígenos, y tan solo los que sean negativos en covid-19 pueden acceder al interior del recinto. El evento barcelonés se ha publicitado como el primer festival en crear "una burbuja segura" con aglomeraciones que no ha podido evitar a negacionistas de la mascarilla entre sus asistentes.
También en los alrededores del Parc del Fòrum, donde desde ayer se celebra este festival que finaliza mañana, el público se ha concentrado para comer y beber en la calle antes de entrar, generando aglomeraciones que los Mossos d'Esquadra han intentado dispersar utilizando la megafonía.
CEPA INDIA
Estos conciertos se producen en un momento crítico para la sanidad catalana. Ante el aumento de contagios entre la juventud por culpa de la cepa India, resistente a la vacuna y que actúa y se contagia con mayor virulencia, el Procicat adoptó medidas drásticas y volvió a cerrar el ocio nocturno por los mismos motivos: aglomeraciones sin mascarilla.
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