Decenas de jóvenes se enfrentaron el sábado por la noche en varias batallas campales en el Port d’Alcúdia, que se saldaron con dos heridos graves y un detenido. Las reyertas se sucedieron durante horas, mientras la Policía Local y la Guardia Civil trataban de contenerlas. Los implicados arrasaron la terraza de un restaurante para atacarse con sillas y mesas y causaron destrozos tanto el mobiliario urbano como en vehículos estacionados. 

Según explicaron fuentes policiales, durante la noche del sábado al domingo se registraron media docena de riñas tumultuarias. Una situación que viene repitiéndose durante los últimos fines de semana. Hasta un millar de jóvenes se congrega en la zona del Port d’Alcúdia para celebrar botellones, generando importantes problemas que el pasado sábado alcanzaron su apogeo. Dos de las peleas se saldaron con heridos graves y los agentes detuvieron a un chico que esgrimía un cuchillo y se enfrentó a ellos.

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El PP de Alcúdia reclamó ayer un refuerzo policial para frenar el «descontrol» por los botellones multitudinarios en la zona. La portavoz del grupo municipal, Fina Linares, alertó «del incremento de la inseguridad» en las zonas de ocio y acusó al equipo de gobierno del Ayuntamiento de no tener «ningún plan para atajar el problema».

Por su parte, la alcaldesa, la socialista Bàrbara Rebassa, negó que en Alcúdia haya «descontrol» y añadió que la Policía Local y la Guardia Civil suelen patrullar por las zonas donde se acumulan más jóvenes con el objetivo de garantizar la seguridad. «La Policía intenta que, una vez cierran los bares, los jóvenes se vayan a sus casas, pero es difícil”, señaló.