El temporal más mortífero de la Barceloneta
Una fuerte tormenta afectó al barrio marinero y provocó la muerte de 140 pescadores
El 31 de enero de 1911, la playa de la Barceloneta sufrió una de las tormentas más grandes que se recuerdan. Aquella noche fue conocida como 'la noche terrible'.
Una trampa mortal
Aquella mañana, las barcas habían salido a pescar como cualquier otro día. Hacía sol y el mar estaba tranquila, como casi siempre en enero. Pero a media tarde, un fuerte viento de levante trajo una gran tormenta a la costa, desde El Maresme hasta Alicante. Olas de hasta ocho metros y vientos de levante, chalo y gregario de hasta 80 km/h crearon una trampa mortal para las ligeras embarcaciones de vela latina, que no pudieron volver a puerto. Los pescadores no se lo vieron venir en ningún momento y muchos murieron ahogados. La tormenta duró tres días y durante este periodo el temporal iba arrastrando los cuerpos sin vida de los pescadores hasta la costa. Otros, con más suerte, se pudieron refugiar en puertos o playas del litoral. Barcas a motor, especialmente los prácticos del puerto, salieron a la mar a hacer tareas de rescate y también se jugaron la vida.
'La Vanguardia' informó que dos trabajadores de una fábrica de Can Tunis vieron dentro del mar a un pescador saliendo sobre una madera. Los dos hombres se ligaron con una cuerda y fueron a rescatarlo. Después se supo que el náufrago rescatado venía de Mataró!
140 muertos y familias arruinadas
Las consecuencias del temporal fueron terribles, tanto por las pérdidas humanas como por las económicas. Se contaron 140 muertes, pero podrían ser más. Estos hombres eran los encargados de aportar ingresos a las familias y muchas mujeres con niños se quedaron sin ningún tipo de recurso. Además, con el naufragio de las barcas desaparecía la herramienta fundamental de trabajo. Ante este desolador panorama, la solidaridad de la gente del barrio con las familias más afectadas fue el único recurso para tirar adelante.
Una de las personas que sufrió de niño aquella tormenta fue Hilari Salvadó. Aquella noche perdió a su padre y cuatro hermanos. De grande, Salvadó llegó a ser alcalde de Barcelona, durante el periodo de la Guerra Civil, de 1937 a 1939.
Las quejas y el desamparo de los afectados hicieron que se comenzaran a construir puertos en algunas poblaciones del litoral, como peníscola, para proteger las embarcaciones ancladas.
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