La guerra desata en España la "tormenta perfecta" en el comercio: aceite, maíz, trigo... los precios podrían subir un 30%
La guerra en Ucrania encarecerá inevitablemente de nuevo el precio de muchos de los alimentos que consumimos los españoles en nuestro día a día. Cereales como el trigo o el maíz, básicos en la elaboración de algunos alimentos o en la dieta de animales destinados al consumo humano (cerdos, pollos...), o productos como el aceite de girasol experimentarán una subida de precio, según han denunciado distintas organizaciones agrarias y ganaderas.
En la práctica supondrá, por ejemplo, que comprar una barra de pan o un kilo de pollo sea más caro que en la actualidad. Esta situación mermará aún más el bolsillo de los españoles, cuya economía cerró el año pasado con una inflación del 6,5%, su nivel más alto desde hace casi 30 años, provocada fundamentalmente por el aumento en los costes de la energía.
Las cifras no dejan lugar a dudas: España compra una importante cantidad de cereales a Ucrania, considerado como el granero de Europa. Nuestro país adquiere a los productores ucranianos cerca de un 30% de sus importaciones de maíz y el 60% de las de girasol, así como el 17% del trigo, el 31% de las tortas de aceites vegetales y el 15,4% de leguminosas grano.
Según datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), organismo público dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, las principales importaciones españolas en 2020 procedentes de Ucrania fueron cereales y aceite de girasol. En concreto, el 42,2% del total de los cereales que compró España en el exterior fueron a Ucrania mientras que en el caso del aceite de girasol el porcentaje fue del 25%.
Aún se desconoce cuál será la magnitud de la subida, pero un informe reciente de la firma holandesa Rabobank calcula que el trigo podría encarecerse un 30% y el maíz un 20%. Por eso los agricultores y ganaderos españoles han pedido a la Unión Europea que no miren a otro lado ante el encarecimiento de los costes de producción y que articule un plan de contingencia agroalimentaria.
Hay que recordar, además, que el sector agroalimentario español ya sufre desde hace unos años las consecuencia del conflicto, ya que Rusia vetó en 2014 la entrada al país de frutas, hortalizas y cítricos españoles como consecuencia de las sanciones que desde la propia UE y otros países le impusieron por la anexión de la península de Crimea.
Asfixiados por "unos costes de producción nunca vistos"
Desde la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) aseguran que la guerra en Ucrania puede empeorar "la tormenta perfecta" que ya sufre el campo español, ya que a los efectos de la sequía se sumarán nuevas alzas de los costes de las materias primas.
Jaume Bernis, responsable ganadero de COAG, ha puesto como ejemplo que en porcino el 70% del coste de producción corresponde a los piensos, por lo que si el suministro de maíz ucraniano se paraliza, aumentaría la subida acumulada del 32% que ya ha registrado el alimento para el ganado desde hace unos meses.
El agua no llega, empieza la crisis de Ucrania, es la tormenta perfecta para los márgenes del ganadero"
"El agua no llega, empieza la crisis de Ucrania, es la tormenta perfecta para los márgenes del ganadero, que además están sufriendo ya un importante alza de los precios de la energía", sentencia.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), por otro lado, lamenta que la diplomacia internacional no haya sido capaz de evitar una guerra que supone un "varapalo más para las explotaciones agrícolas y ganaderas españolas que se encuentran asfixiadas por unos costes de producción nunca vistos".
"Nuestras importaciones de cereales y girasol, así como de medios de producción básicos como abonos y fertilizantes, se resentirán gravemente, lo que implicará un nuevo encarecimiento de los costes de producción para el sector", indican desde ASAJA.
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) destaca que España es el principal destino de las exportaciones de maíz ucraniano, cereal clave en la alimentación animal, sobre todo en los sectores porcino y avícola. “Debe articularse un plan para evitar un potencial desabastecimiento y frenar la escalada de los piensos”, sentencian desde UPA.
La aceituna extremeña sufre con las exportaciones
El conflicto también afectará a algunos productos españoles que exportamos tanto a Ucrania como a Rusia, como es el caso de la aceituna. Por ejemplo, la suma de los mercados ruso y ucraniano supone el 50% del total exportado de aceituna extremeña (negra).
Concretamente, de enero a noviembre de 2021, las exportaciones extremeñas de este producto superaron los 33 millones de euros, de los cuales 10 millones van hacia el mercado ruso y 4,4 millones de euros a Ucrania. La provincia de Cáceres es la más afectada, ya que exporta el 78% de las aceitunas extremeñas.
Con estos datos, la Cámara de Comercio de Cáceres ha asegurado que empresas de la provincia "ya están sufriendo las consecuencias del conflicto, debido a que en general el transporte terrestre no puede pasar por Ucrania". Este hecho hace que las empresas opten por otras rutas, más largas, a través de otros países que provocan un mayor coste y un retraso en los plazos de entrega.
A esta situación se añade la caída de la moneda rusa, el rublo, frente al euro y el dólar, lo que también aumenta el precio de los productos y puede llevar, en un corto plazo, a una reducción de las compras y bajada de precios, lo que restaría competitividad a las empresas.
Otro producto que puede verse afectado en las exportaciones es el vino, muy demandado desde Rusia. En 2020, el país dirigido por Vladimir Putin importó de España vino embotellado por valor de 109,8 millones de euros. España es el tercer país que más vino embotellado vende a Rusia, solo por detrás de Italia y Georgia. También ocupa España la tercera posición en volumen (litros) vendido.
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