La UE también cerca la posible financiación de Rusia con criptomonedas
Las incluyen dentro de los activos sancionados. Los expertos, no obstante, limitan su poder ya que no se pueden realizar pagos directos con bitcoin
Hecha la ley, hecha la trampa. En las últimas semanas, tanto las autoridades europeas como las estadounidenses han alertado sobre la posibilidad de que Rusia esté utilizando criptomonedas para burlas las sanciones impuestas por Occidente. De hecho, este pasado jueves los Veintisiete introdujeron una aclaración en las sucesivas rondas de castigos para que quede negro sobre blanco que las criptomonedas están incluida dentro de la noción de «valores transferibles» y también dentro de los préstamos.
¿Pero están estas sospechas justificadas o esta amenaza está sobrevalorada? Según Santiago Carbó, analista de Funcas, «una de las claves sobre este debate es que no se puede conocer el origen y final de los fondos en este mercado. En todo caso, la respuesta es mixta. Por un lado, seguro que se están utilizando criptomonedas para evadir sanciones ya que gran parte de las empresas y oligarcas rusos las han usado en el pasado, en particular, desde la invasión de Crimea, cuando ya se le impusieron sanciones a Rusia. Por otro, es difícil pensar que el criptomercado ofrezca una salida suficiente para evadir sanciones. Incluso antes de la invasión de Ucrania, las sanciones que se impusieron a Rusia desde 2013 tenían un coste estimado para ese país de 50.000 millones de dólares anuales. Las sanciones actuales son muchísimo más duras. El criptomercado es un alivio muy escaso», dice.
En lo que supone el paquete de castigos más duro puesto en marcha hasta la fecha, la UE y EE UU han congelado los bienes de los oligarcas en suelo europeo; desconectado a siete entidades rusas y tres ucranianas del sistema de pago Swift y asestado un duro golpe a las reservas rusas en divisa extranjera, indispensables para apuntalar el rublo. Este último revés ha propiciado la caída libre de la moneda rusa, la subida de los tipos de interés y controles de capitales. Sin embargo, las criptomedas tan sólo serían útiles para que los oligarcas puedan escaquearse de las sanciones y no servirían para que el Estado ruso pueda evitar la depreciación de su moneda.
Pagos complicados
Ángel Luis Quesada , CEO de Oynze, empresa custodia de activos digitales, también comparte que no hay que sobredimensionar el valor de las criptomonedas ya que hoy en día estos activos financieros «no sirven para poder comprar un billete de avión o ir a por el pan», lo que significa que están sujetas a una labor de conversión ya que «no se puede vivir en el mundo bitcoin». Para el CEO de Oynze, puede que en un futuro, si realmente los ciudadanos disponen de un monedero de bitcoins con los que pagar directamente, sea mucho más fácil saltarse el control de capitales, pero este momento todavía no ha llegado.
Las grandes firmas que operan con criptomonedas como Binance, Coinbase o Kraken han rechazado imponer una restricción general contra los ciudadanos rusos que operen con estos activos digitales, aunque se han mostraron dispuestas a examinar las operaciones de personas específicas que hayan sido objeto de sanciones. Según explica Quesada, esto significa que si un oligarca ruso tiene criptomonedas y desea utilizarlas debe convertirlas en euros, pero las autoridades europeas ya han ordenado vigilar todo movimiento de procedencia rusa, lo que puede derivar en bloquear estos euros si esta persona está sancionada. Al contrario, si se quieren convertir los euros en bitcoins, los euros en suelo europeo también han sido bloqueados.
Para Carbó, «el concepto de “libertad” en el criptomercado es muy abierto. Significa que cualquiera puede operar pero que el fin de las transacciones es opaco. Las regulaciones no son suficientemente efectivas en este terreno».
Quesada asegura que los organismos españoles ya han avisado a las empresas custodias de activos como las suya de la obligación de «vigilar y reportar todo movimiento de procedencia rusa». Según Quesada, esto no significa que no haya algunas empresas del sector que caigan en la tentación de jugar con usuarios falsos, enviar activos a personas que estén en España o realizar acciones conocidas como blanqueo, pero esa misma capacidad de intentar infringir ley también puede realizarla un banco convencional y no está circunscrita a las criptomonedas. Al llegar al poder en 1999, Putin dejó muy claro a los oligarcas que podrían conservar y multiplicar sus fortunas, pero ya no podrían involucrarse en política. Y si se siente traicionado, actúa.
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