El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha defendido, sin proporcionar pruebas, que las fuerzas ucranianas tenían “posiciones de combate equipadas” dentro del hospital materno infantil bombardeado en la ciudad ucraniana de Mariúpol, según ha informado la CNN.

El video del hospital tras el bombardeo, sin embargo, muestra claramente que había pacientes y personal en el edificio, incluidas varias mujeres embarazadas. 

Al menos tres personas habrían muerto, entre ellas un niño, y otras 17 han resultado heridas como consecuencia de un bombardeo, según Ucrania.



El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski , ha calificado que el bombardeo es "una prueba de que se está produciendo un genocidio de ucranianos" y reiteró su llamado a la OTAN para que declare una zona de exclusión aérea.

Más funcionarios gubernamentales rusos han defendido la versión de que el edificio del hospital había sido dedicado a funciones militares y que lo habían denunciado publicamente antes del ataque. En concreto, Dmitri Polyanskiy, en Twitter, reprochaba las palabras en Twitter del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, denunciando el bombardeo.