Maniobras. Este era el motivo que se les habían dado inicialmente a algunos militares rusos para desplazarles a la frontera con Ucrania. Parte de los soldados, ahora prisioneros de guerra, han confesado en los interrogatorios desconocer la razón que les había llevado allí, sintiéndose engañados por su propio país.

El Ministerio de Defensa ucraniano les ha permitido hacer una llamada para avisar de su situación a sus más allegados tras caer en manos de las tropas ucranianas. Más allá de un mero acto de humanidad, los soldados rusos rápidamente han roto a llorar al escuchar las voces de sus seres queridos.

Algunos de los militares son muy jóvenes, de entre 18 y 25 años, los cuales se han convertido en la parte visible del conflicto. "Esta no es nuestra guerra", han sido las palabras de varios soldados que han instado a Putin a parar

"Hemos visto muchas rendiciones"

El ministro británico de Defensa, Ben Wallace, dijo este miércoles que la moral es baja entre los soldados rusos que combaten en Ucrania, pero resaltó que el régimen de Vladímir Putin es despiadado y no parece conocer el límite de la violencia.

"Hemos visto muchas rendiciones, pero eso no quita el hecho de que hay un liderazgo de las fuerzas armadas rusas muy despiadado y un presidente que parece no conocer el límite de cuánta violencia usará para lograr sus objetivos", declaró Wallace a la BBC.

El ministro señaló que las fuerzas rusas llevan un retraso de días sobre el calendario que se habían marcado en la invasión de Ucrania y eso "genera estrés en las cadenas logísticas de suministro".

"Es por eso que se ha visto que algunas de estas columnas se han detenido" y también "les ha sorprendido la fuerza de la resistencia ucraniana", agregó.

Wallace puntualizó que "ninguna de las principales ciudades ha sido tomada" por las fuerzas rusas, al tiempo que advirtió de que una fuerza de ocupación enfrentaría a insurgentes como los que tuvieron que enfrentar los soviéticos en Afganistán u Occidente en Irak.

"Invadir un país con una fuerza abrumadora es una cosa, ocupar a un pueblo de 44 millones que no te quiere es algo muy diferente", agregó.