De 'patrulla' con los cazacarteristas en el metro de Barcelona
Desde lejos, sentadas en el andén de la línea 1 de la estación de metro de plaza Catalunya de Barcelona, parecen dos chicas cualquiera. De entre 20 y 25 años, visten como unas jóvenes más y a la vista parece que esperan la llegada del convoy. Sin embargo, ni se dirigen a un destino en concreto, ni son dos jóvenes en busca de un plan de viernes por la tarde. La dedicación de estas muchachas es robar y su especialidad es el hurto. Sus ojos supervisan y escrutan a los usuarios del transporte pública en busca de su presa. La encuentran acto seguido cuando una turista pasa por su lado. Se hablan sin mirarse y salen disparadas hacía ella.
17.000 HURTOS EN LA CIUDAD
Sant Jordi supuso un punto de inflexión en la actividad de los carteristas de Barcelona. Ese día, recuerda Eliana Guerrero, la creadora de Patrulla Ciudadana BCN, detectaron a muchos más ladrones de lo habitual. Estos días, este grupo que se dedica a denunciar la presencia de los ladrones en el metro ha constatado un aumento de estos rufianes en el suburbano que les recuerda al vivido antes del inicio de la crisis sanitaria (14 de marzo de 2020).
Los Mossos d'Esquadra aseguran que durante el primer trimestre de 2022 se han denunciado 17.000 hurtos en toda la ciudad, una cifra que confirma que estos delitos se han disparado respecto a los años de la pandemia. Esta cifra, sin embargo, supone de la mitad de los robos cometidos durante el mismo período de 2019 cuando se produjeron 31.938 hurtos. Es un escenario que aun está "lejos" de la situación previa a la pandemia, aunque la policía catalana reconoce que los niveles de delincuencia en este ámbito regresan poco a poco a la "normalidad".
El fin de las restricciones y la llegada de turistas propicia el caldo de cultivo para carteristas que aprovechan las concentraciones de gente –ya sea en el metro o en cualquier evento– para robar móviles, carteras y todo tipo de objeto de valor al descuido.
ENCONTRONAZOS
La semana pasada, los miembros de Patrulla Ciudadana tuvieron varios encontronazos con carteristas después de frustrar sus actividades. Es habitual que algunos de estos delincuentes expulsen e insulten a estos ciudadanos, que usan silbidos para denunciar su presencia en el metro. Cuando detectan un posible ladrón, se acercan disimuladamente y simulan un interés por el recorrido de la línea. Una vez cerca, observan de reojo los movimientos de los potenciales ladrones.

El sábado, sobre las 21:00 horas, dos mujeres de esta iniciativa se toparon con un ladrón habitual en la línea 5. Se colocó detrás de una persona con una mochila dispuesta a robarle. "Llevaba una bolsita de tela. Siempre usan algo para esconder el robo. Le paré cuando empezaba a abrir la mochila", comenta una de estas chicas, que pide anonimato. "En dos horas vimos a siete de ellos", comenta otro de los integrantes desde un metro de la línea 3.
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