Chalchiuhtlicue: Diosa azteca del agua y uno de los cinco soles
Diosa con falda de jade
El nombre "Chalchiuhtlicue" puede traducirse como "la que viste una falda de jade", y esta diosa azteca también se conocía como Matlalcueya (que significa "La que viste una falda verde").
Aunque Chalchiuhtlicue estaba a cargo de los cuerpos de agua dulce, como lagos, lagunas, arroyos y ríos, los aztecas asignaron la responsabilidad sobre los cuerpos de agua salada a una deidad separada, Huixtocihuatl (que significa "Dama de la Sal").
No se sabe mucho sobre la relación de Chalchiuhtlicue con los otros dioses del panteón azteca, aparte de su conexión con Tlaloc, el dios de la lluvia. Aun así, no está claro cómo se asociaron estas dos deidades. Según algunos, Chalchiuhtlicue y Tlaloc eran una pareja casada, mientras que otros creen que eran hermanos. Sin embargo, otros opinan que las dos deidades eran una y la misma, aunque en formas distintas.
Tlaloc en el Codex Ríos. (Dominio público)
Chalchiuhtlicue: Diosa de la creación y la destrucción
Como diosa del agua, Chalchiuhtlicue tenía aspectos vivificantes y destructivos. El agua era un elemento esencial en cualquier civilización que dependiera de la agricultura, y los aztecas creían que era ella quien traía las aguas necesarias para los canales de riego que transportaban este preciado recurso a los campos donde se cultivaba el maíz.
Sin embargo, cuando se enfurecía, Chalchiuhtlicue podía castigar a los seres humanos reteniendo las aguas de riego y provocar sequías, lo que provocaría la pérdida de las cosechas. En este papel agrícola suyo, la diosa azteca del agua dulce se asocia comúnmente con Chicomecoatl (conocida también como Xilonen), una diosa del maíz.
Relieve con Diosa del Maíz (Chicomecóatl). (Museo de Brooklyn)
Protección de madres, bebés y pescadores
Aunque principalmente asociada con la fertilidad de la tierra, Chalchiuhtlicue también estaba relacionada de alguna manera con la fertilidad humana, ya que se la consideraba una diosa que protegía a las mujeres que sufrían los dolores del parto, así como a los niños recién nacidos.
Aparte de eso, su protección también se extendía a los pescadores, y también se la consideraba la diosa patrona de los navegantes. Esto es razonable, considerando que aquellos que pertenecen a estos dos oficios necesitaban aventurarse en su dominio para ganarse la vida y estaban completamente a su merced. La diosa azteca podía protegerlos y ayudarles en su trabajo, aunque cuando estaba molesta, tenía el poder de crear remolinos y tormentas que podían hacerla extremadamente peligrosa para los pescadores y navegantes.
Escultura de piedra que representa a la diosa Chalchiuhtlicue. (Luis García / CC BY SA 3.0)
Su papel en el mito de los cinco soles
El aspecto más destructivo de Chalchiuhtlicue, sin embargo, se ve en el mito azteca de los Cinco Soles, que trata sobre la creación del mundo. En este mito, los dioses habían creado y destruido el mundo cuatro veces, y el mundo actual en el que vivimos es de hecho su quinta creación. En este mito, después de que la tercera tierra fuera destruida por Tlaloc, quien envió un aguacero de fuego para quemar toda la creación, se creó una nueva tierra, con Chalchiuhtlicue sirviendo como el sol.
Según un relato del mito, los dioses Quetzalcoatl y Tezcatlipoca se pusieron celosos de la diosa del agua y la derribaron del cielo. Como consecuencia, el mundo fue destruido por una inundación y las personas de esa época se convirtieron en peces.
Estatua de Chalchiuhtlicue. (JPG / CC BY SA 4.0)
Numerosas representaciones de Chalchiuhtlicue han sobrevivido hasta nuestros días y se encuentran en museos de todo el mundo. Además de las pinturas de ella en códices, hay bastantes esculturas que se han identificado como ella. Estas estatuas tienen un tocado distinto, que es una diadema ancha con grandes borlas de orejas colgando de ellas. Las estatuas se encuentran comúnmente en una de dos poses, es decir, de pie o de rodillas.
Imagen de portada: Modelo final de Chalchiuhtlicue. Fuente: MG2G
Autor: Wu Mingren
No hay comentarios:
Publicar un comentario