España disparará el gasto un 42% hasta 2050, pasará del séptimo al tercer lugar del ranking de coste del sistema

Varias personas se manifiestan por la mejora del sistema público de pensiones frente al Congreso de los Diputados

El impacto de la generación “baby boom” en el sistema de pensiones llevará a España a ocupar el tercer escalón del podio europeo de mayor gasto en prestaciones de jubilación en proporción de su PIB. Así lo constata el último informe elaborado por los investigadores del Banco de España Miguel Ángel Martín y Roberto Ramos, en el que sostienen que la Seguridad Social podría amortiguar casi la mitad del gasto por la retirada de la generación de los años 50, 60 y 70 si lograra elevar su tasa de empleo a niveles como el de Alemania.

El estudio apunta que, en 2019, el gasto en pensiones en España fue similar al promedio ponderado por el PIB de la UE, aunque con una gran heterogeneidad por países. En concreto, el coste del sistema español se situó en el 12,7% del PIB, por encima de la media simple de la UE (10,4%) pero por debajo de seis países europeos: Grecia, Italia y Portugal, que superaron el 15% del PIB en 2019, y Francia, Austria y Finlandia, que alcanzaron el 14,7%, el 14,1% y el 13,3% del PIB, respectivamente. Sin embargo, pese a que el factor demográfico -el que mide el grado de envejecimiento de la población- induce por ahora a un menor gasto con respecto a algunos países del entorno, las proyecciones de los analistas -tanto del Banco de España como de Eurostat- sitúan a España como el país europeo con el crecimiento más alto de este factor demográfico sobre las pensiones entre 2019 y 2050.

De este modo, con la proyección sobre las dos próximas décadas -y manteniendo el resto de los factores constantes-, España pasaría a ser el tercer país de la UE con el gasto en pensiones más alto, solo por detrás de Grecia e Italia, frente al séptimo puesto que ocupaba en 2019.

Según apuntan los investigadores, serán varios los factores que empujan al alza este gasto en pensiones respecto a otros países europeos -entre ellos, los cambios económicos e institucionales, la reforma de las pensiones aprobada en 2021, el Plan de Recuperación-, pero el fundamental será la tasa de empleo, que es de la más bajas de la UE. Según la institución, dicha tasa explica que el gasto en pensiones en España sea un 24,2%, un 24,1% y un 5,7% más alto que en Alemania, Países Bajos y Francia, respectivamente. En concreto, si en los próximos años la tasa de empleo de la economía española lograra elevarse hasta el nivel que se observa en la economía alemana -que implicaría un incremento de 18 puntos- se compensaría el 42,6% de la subida en el gasto en pensiones que se anticipa como consecuencia del envejecimiento de la población. Así, España podría contrarrestar algo más del 40% del “aumento sustancial” del gasto que se va a producir. Si el empleo no creciera en la misma proporción que el gasto en pensiones, el propio sistema podría estar en peligro si no se logra una financiación que cubra ese desfase.

Con datos de 2019, España presentó un menor envejecimiento poblacional y una menor cobertura del sistema de pensiones que en el resto de la UE, pero exhibió una tasa de empleo más baja y una mayor cuantía de las prestaciones en relación con el salario medio. Con esta base, el factor demográfico, la tasa de cobertura y la participación de los salarios en el PIB explicarían un gasto sustancialmente más bajo en España con respecto al promedio ponderado de la UE, en particular un 31,9% menos. No obstante, el texto del Banco de España recalca que este menor gasto quedará “completamente compensado” y diluido por una menor tasa de empleo y por una mayor tasa de beneficio, que, en conjunto, explicarían un 32,5% de más de gasto que la media europea.

También se refiere el estudio a la tasa de cobertura -el número de pensionistas sobre la población mayor de 64 años-, “sustancialmente más baja en España que en el resto de los países de la UE” -salvo Grecia y Malta-, “lo que produce una presión a la baja considerable sobre el gasto en pensiones”. Y ponen varias cifras clarificadoras sobre la mesa. La tasa de cobertura en España es un 35,8%, un 17,9%, un 9,3%, y un 5,1% más baja que en Francia, Portugal, Alemania e Italia, respectivamente. En promedio, la tasa de cobertura arrojaría un valor de 1,41 en la UE, mientras que en España dicha tasa alcanzaría un valor de 1,09; es decir, un 21,3% menos.

Pese a ello, Martín y Ramos señalan que existen dos factores fundamentales que ejercerán una presión a la baja en la tasa de cobertura en los próximos años: el retraso de la edad de jubilación y el menor peso de las plantillas de trabajadores con respecto a la población mayor de 65 años. Con datos de 2021 del Ageing Report de la Comisión Europea, el informe proyecta que la tasa de cobertura podría caer desde el 1,08 de 2019 al 1,02 en 2050. “Esta caída podría compensar en torno a un 11,4% del aumento del gasto en pensiones que se derivaría del incremento previsto del factor demográfico entre 2019 y 2050″, apuntan.

En lo que respecta a la tasa de beneficio -prestación media sobre el salario medio-, la de España es la tercera más alta de la UE, lo que implica, por ejemplo, un gasto en pensiones un 34,1% más alto que en Alemania o un 31,6% más elevado que en Francia. Únicamente Grecia e Italia registran una tasa de beneficio superior a la española: un 36,2% y un 16,4%, respectivamente. “Dichos países son, de hecho, los que presentan la mayor ratio de gasto en pensiones sobre el PIB en la UE”. Por último, España presenta un nivel de participación de los salarios en el PIB un 20,3% más baja que en Alemania o un 6,7% menor que en Francia, lo que redundaría en un menor gasto en pensiones.