Larazon
Las autoridades han detenido a un joven de 24 años por detonar un explosivo en mitad de un mitin del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD)
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, fue evacuado este sábado al registrarse una explosión mientras visitaba el puerto de Saikazaki de la ciudad de Wakayama (oeste de Japón), y sin que el mandatario resultara herido en el incidente.
La supuesta explosión se produjo alrededor de las 11:30 hora local (2:30 del sábado GMT) mientras que el mandatario se preparaba para dar un discurso en ese lugar, por lo que fue inmediatamente retirado de la zona por los servicios de seguridad.
Las autoridades detuvieron en el acto al presunto responsable del lanzamiento de lo que varios testigos presenciales describieron como un objeto cilíndrico que estalló de forma similar a una bomba de humo, según los medios locales.
El mandatario se encontraba en el puerto con el objetivo de dar un discurso en apoyo a la campaña electoral de uno de los candidatos de su partido, el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), cuando el sospechoso arrojó el supuesto objeto explosivo en la zona. Al menos 200 personas seguían el mitin de cara a las próximas elecciones parciales para la Cámara de Representantes.
En las imágenes tomadas por NHK en la escena, se puede ver a un grupo de cinco policías inmovilizando al presunto responsable en el suelo, además de al resto de personas huyendo de la zona entre gritos. Un agente resultó herido a causa de la explosión.
El sospechoso es un joven de 24 años. Se trata de Kimura Ryuji, residente de la ciudad de Kawanishi, adelanta NHK.
La agenda del mandatario de hoy apenas ha tenido que ser modificada por lo sucedido. El itinerario de Kishida incluía el discurso en Wakayama a las 11:40 (2:40 del sábado GMT), además de otro discurso durante la mañana frente a la estación de tren de esta ciudad y por último uno en la prefectura de Chiba, al este de Tokio, a las 16:30 (7:30 GMT). Ha intervenido en ambos según lo esperado.
«Me gustaría expresar mi gratitud a todos los que han podido participar en el discurso hasta el final del día, a todos los que han estado a cargo de la seguridad, a todos los involucrados, a todos los que se han reunido y a todos los que se han preocupado y apoyado. Junto con ustedes, protegeré esta importante elección», tuiteó el primer ministro horas después del suceso.
Temores de un nuevo magnicidio
Los discursos políticos a pie de calle son frecuentes en Japón, un país con una tasa de criminalidad muy baja, aunque el pasado julio el ex mandatario japonés Shinzo Abe murió tras ser disparado por la espalda con un arma de fuego de fabricación casera mientras que daba un discurso electoral en la ciudad de Nara.
El presunto asesino del ex primer ministro, Tetsuya Yamagami, dijo a las autoridades que cometió el magnicidio por los supuestos vínculos de Abe con la Iglesia de la Unificación, una organización religiosa influyente en Japón. Yamagami sigue detenido a la espera de que dé comienzo el juicio.
La muerte de Abe, no muy lejos de la ciudad donde ha sido atacado Kishida, obligó a las fuerzas de seguridad a reforzar los controles en un país donde es habitual que los políticos tengan contacto directo con los electores, sobre todo durante los eventos de campaña. Lo sucedido hoy, sin embargo, obligará a las autoridades a replantear de nuevo las medidas de seguridad.
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