El precio de los billetes de avión está por las nubes y las compañías aéreas logran beneficios extraordinarios gracias a que la demanda supera con creces la oferta
El precio de los billetes de avión está por las nubes. Las aerolíneas lo justifican por el incremento de los costes del carburante, del mantenimiento, del personal…
Todo son excusas para encarecer las tarifas. Pero lo cierto es que las compañías aéreas han registrado cuantiosos beneficios en el último ejercicio, cuando la subida de precios aún era incipiente y, por tanto, no significativa en sus cuentas.
Ryanair, que tuvo unos beneficios récord de 1.400 millones el año pasado, ya ha anunciado el fin de la era ‘low cost’. Se acabaron los billetes a 9,99 euros, advierten.
Los expertos lo tienen claro. La gente quiere viajar. Lo hemos incorporado como una necesidad vital. Pero la demanda supera a la oferta. Faltan aviones y personal cualificado. Y se prevé que este desequilibrio dure, al menos, un lustro.
Ante esta situación, las aerolíneas se frotan las manos y se preparan para hacer su agosto. Se aprovechan sin compasión de los viajeros.
Dos comentarios finales: 1) Tal vez ha llegado el momento en que las administraciones intervengan frente a condiciones y precios abusivos. Y 2) Hasta ahora, habíamos aceptado y asumido recibir un servicio lamentable cuando el precio del billete era irrisorio. Pero con las nuevas tarifas, no deberíamos dejar pasar ni un atropello más a las compañías aéreas.
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