Beteve
La acción no ha provocado heridos pero ha obligado a activar el protocolo de personas en las vías.
(ACN) Una veintena de manteros han atravesado las vías en el andén del metro de Liceo y han obligado con la acción a detener un convoy este viernes poco antes de las cuatro de la tarde. TMB ha confirmado el hecho a la ACN y ha explicado que la acción no ha provocado demoras en el servicio, aunque ha obligado a activar el protocolo de personas en las vías. Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona han explicado que los vendedores ambulantes han bajado a la estación huyendo al exterior de la Guardia Urbana, que no les ha perseguido, precisamente, para evitar situaciones de riesgo. Después, y a petición de TMB, agentes del cuerpo de seguridad local sí han bajado hasta el andén en el marco del protocolo activado. La acción no ha provocado heridos, pero sí ha causado angustia entre los usuarios.
Protocolo por presencia de personas en las vías
Todo ello ha tenido lugar poco antes de las cuatro, cuando entre quince y veinte manteros han bajado al metro por la boca en sentido mar. Algunos de los individuos han cruzado las vías por el túnel, justo en el momento que llegaba el metro al andén lado montaña.
El conductor del convoy ha tocado la bocina y ha parado los vagones un poco antes de lo que sería habitual, para evitar situaciones de riesgo. En este momento de incertidumbre, el resto de manteros que estaban en el otro andén han aprovechado y han cruzado las vías como los primeros compañeros.
Temor a que llegara otro convoy
Testigos del incidente han explicado a la ACN que todo el suceso ha durado unos pocos minutos, que se han vivido con angustia ante el temor de que llegara otro convoy y atropello a alguno de los individuos. De hecho, ante esta situación TMB ha activado el protocolo de personas en las vías.
Una vez que todos han atravesado las vías, algunos han intentado subir al metro que había llegado en primer término y que se ha detenido antes de la cuenta. No queda claro, sin embargo, si han conseguido subir o no, pero el grupo ha desaparecido del lugar.
A partir de ahí, los usuarios han subido al convoy, que ha cerrado sus puertas y parecía que tenía que iniciar recorrido. Después, sin embargo, han sido avisados por megafonía que tenían que desalojar los vagones, momento en el que han llegado vigilantes privados y agentes de la Guardia Urbana en el marco de la activación del protocolo de personas en las vías. Finalmente este convoy se ha marchado vacío y los usuarios han tenido que esperar al siguiente, que ha llegado a la hora prevista, dado que el incidente no ha obligado a alterar el servicio.
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