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No es ficción. A pesar de que estos búnkers de marihuana nos evocan series como la recién estrenada Gentleman: Los Señores de la Mafia, lo cierto es que en Cataluña ya se han desmantelado varias plantaciones ubicadas en zulos subterráneos a los que sólo se puede acceder mediante túneles internos, excavados expresamente -y de forma rudimentaria- para conectar con estas estancias secretas.
Hasta ahora, las naves industriales y las casitas unifamiliares -sobre todo aquellas alejadas de los núcleos urbanos- eran las ubicaciones favoritas de los narcos para montar plantaciones indoor. Es decir, plantaciones interiores. Sin embargo, la factoría del crimen no deja de innovar y, de un tiempo a esta parte, las organizaciones criminales han empezado a construir sus propios búnkers de droga, cavando pasadizos secretos desde sus viviendas.
Varios casos en Tarragona y El Prat
No es el mismo glamour que en la ficción, pero la idea viene a ser la misma: espacios clandestinos, aislados del mundo exterior, idóneos para cultivar marihuana (incluso en zonas urbanas) y no levantar sospechas ante el fuerte olor que desprende esta droga. Un modus operandi que, según aseguran varias fuentes policiales, cada vez está más extendido entre las organizaciones criminales trasnacionales que se dedican al cultivo de marihuana en Cataluña.
"En la provincia de Tarragona o en El Prat de Llobregat hemos desmantelado varias plantaciones ubicadas en este tipo de estancias. Zulos instalados en los bajos de plantas bajas o chalets, muy difíciles de detectar desde el exterior", ha asegurado el capitán Héctor Muñoz, jefe de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Tarragona.
Detenim 10 persones per delictes de falsificació de moneda, tràfic de drogues, tinença il·lícita d’armes de foc, robatoris de vehicles de motor, falsedat documental, defraudació de fluid elèctric i pertinença a grup criminal https://t.co/kQHJ2bJHwe pic.twitter.com/MRqd71sgfG
— Mossos (@mossos) March 25, 2024
Un laberinto subterráneo en Sant Cosme
Ejemplo de ello son algunos de los últimos operativos protagonizados tanto por la Benemérita como por los Mossos d'Esquadra en El Prat de Llobregat (Barcelona). Y es que, en escasos 15 días de diferencia, dos investigaciones policiales han permitido desmantelar sendas plantaciones, ubicadas en este tipo de búnkers de marihuana.
La primera culminó el pasado 29 de febrero, cuando agentes de los Mossos ejecutaron un macrooperativo en el barrio de Sant Cosme, y que permitió desmantelar seis plantaciones de marihuana. Todos estos cultivos, perfectamente equipados, estaban ubicados en el subsuelo: en un desván y en varios sótanos excavados adrede para albergar las plantas.
Los agentes descubrieron, gracias a este dispositivo, una especie de laberinto subterráneo con varias estancias, a las que sólo se podía acceder desde el interior de las viviendas de los detenidos, donde éstos cultivaban y luego almacenaban la droga.
Albaneses expertos en la materia
Pocas semanas después, el 13 de marzo, otro operativo antidroga en el mismo barrio de Sant Cosme permitió destapar otra plantación localizada, de nuevo, en una estancia subterránea a la que se accedía desde un túnel excavado por los narcos. En este caso, narcos de origen albanés.
Uno de los miembros de este entramado criminal -dedicado, además, a asaltar plantaciones de organizaciones rivales- había perforado el suelo de una de las habitaciones y, de forma muy rudimentaria, había construido un túnel en su vivienda, ubicada en la planta baja de un bloque de pisos. El pasadizo conectaba a escasos metros con una estancia habilitada para el cultivo de marihuana. Según las fuentes consultadas, los traficantes albaneses son unos expertos en este modus operandi, el cual han replicado en otras plantaciones, desmanteladas en la provincia de Tarragona.
Chalet de Salou transformado
Así son las cosas, a mediados de febrero, los Mossos d'Esquadra detuvieron a dos hombres en Salou (Tarragona) que habían convertido un chalet de lujo en una auténtica factoría del crimen. Una vez en el interior del inmueble, los agentes quedaron sorprendidos por cómo los dos detenidos habían sido capaces de alterar toda la estructura de la casa para poder adaptar las estancias a la plantación. En este caso, también localizaron varias estancias en el subsuelo de la vivienda, con una capacidad para albergar miles de plantas.
A pesar de que no se trata de un método descubierto recientemente, las fuentes consultadas sí que destacan la "popularización" de esta técnica, que complica las tareas de vigilancia de los cuerpos policiales, al tratarse de plantaciones totalmente aisladas y clandestinas.
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