Este jueves se celebra el Día Mundial de los Refugiados y la historia de los habitantes de Cartí Sugdupu estará presente. Es la isla más poblada de las 365 que conforman el archipiélago de Guna Yala, en Panamá. Isla y localidad del archipiélago de San Blas, es una de las cuatro islas Cartí, que se ubican a dos kilómetros de la costa panameña. Hasta hoy era una isla más, pero acaba de entrar en las páginas más negras de la reciente historia del planeta. Cartí Sugdupu, con 1.200 habitantes, es ya el primer pueblo de América Latina evacuado por culpa del cambio climático.

A lo largo de este mes de junio está teniendo lugar la evacuación. Unas 300 familias están dejando sus hogares en Cartí Sugdupu para instalarse en tierra firme por culpa de la subida del nivel del mar. La crisis climática —el calentamiento del planeta y la consecuente escalada de los océanos— es real y global. Los de esta isla panameña del tamaño de cinco campos de fútbol son los primeros refugiados climáticos de esta parte de América.

No sólo esta localidad está en peligro. Varias de las 49 islas habitadas que forman Guna Yala están en riesgo de desaparecer bajo las aguas del mar. Están apenas a entre 50 cm y un metro sobre el nivel del mar. El gobierno panameño calcula que Cartí Sugdupu será tragada por el mar hacia 2050, pero se está estudiando el caso de otras islas.

La subida aquí del nivel del mar no deja lugar a dudas. Datos de la estación de mareas del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) muestran aumentos de alrededor de seis milímetros por año durante los últimos siete años en el Caribe.

Los desplazados climáticos son millones

  • Cada año, más de 20 millones de personas deben abandonar su hogar y trasladarse a otros puntos de su propio país debido a los peligros que causan la creciente intensidad y frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, recuerda ACNUR. Nos referimos a lluvias inusualmente fuertes, sequías prolongadas, desertificación, degradación ambiental, ciclones o aumento del nivel del mar. El Pacto Mundial sobre los Refugiados reconoce que "el clima, la degradación ambiental y los desastres naturales interactúan cada vez más con las causas detrás de los desplazamientos de refugiados".

De cabañas de bambú a casas de PVC

Los habitantes de esta isla del caribe panameño viven de la pesca, el turismo y la producción de yuca y plátano. Tal vez sólo agradezcan el traslado forzoso por una razón: en Cartí Sugdupu vivían hacinados en chozas de bambú y sin los mínimos servicios básicos. Hay baños comunales y el mar inunda regularmente sus casas.

Ahora pasarán a vivir en Isber Yala y todo indica que mejor. Para ellos, en un terreno de 14 hectáreas, se han construido casas de 49 m2, con agua y luz, dos dormitorios, sala, comedor, cocina, baño, lavandería y un terreno de 300 m2 para sembrar. Para ello el Estado ha gastado 12,2 millones de dólares.

Pero hay dudas sobre si las viviendas están a la altura del reto y de las promesas de las autoridades. Están construidas con PVC, como aseguró en su momento ante los medios el ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Rogelio Paredes. Lo que a él le parece una modernidad a los evacuados les parece un peligro. "Son casas de fósforo", denuncia Dalys Morris, quien ha liderado el comité popular del traslado.

El lugar acogerá a 300 familias, de las cuales 268 son de Cartí Sugdupu y 32 son indígenas gunas que ya habían migrado a la ciudad de Panamá y ahora llegan a Nuevo Cartí. En total, unas 1.500 personas cambiarán su isla de infraviviendas apiñadas por una zona de montaña, para bien y para mal. No será fácil para ellos.

El caso del archipiélago de Kiribati

  • Kiribati es un Estado compuesto por cerca de 30 islas ubicadas en pleno Océano Pacífico, con una superficie de apenas 810 kilómetros cuadrados y una población de alrededor de 13.000 habitantes. Es un lugar curioso porque se posiciona en los hemisferios norte, sur, oriental y occidental. Naciones Unidas tiene a este archipiélago bajo observación desde 1989 por estar en riesgo inminente de verse sumergido. Tanto es así que el Banco Mundial tiene planes para que Australia y Nueva Zelanda estén obligados a recibir a habitantes de Kiribati para fomentar su salida.

Viviendas y tradiciones

Claro que no todo es tener una casa nueva. Dice el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, que han intentando "respetar las tradiciones guna, con espacios para la Casa de la Chicha y El Congreso". En esa primera casa, los indígenas llevan a cabo los actos de sus tradiciones culturales y en el segundo se reúnen sus autoridades.

Cortizo ha entregado las llaves a las primeras familias beneficiadas. "La crisis climática que está viviendo el mundo […], nos ha obligado aquí en Panamá a hacer el traslado de la isla a esta urbanización de alrededor de 300 casas", ha declarado.