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Los colectivos en defensa del derecho a la vivienda creen que el tope de seis meses para abandonar una pensión puede tener relación con las previsiones de llegada masiva de turistas este verano
Los colectivos de defensa del derecho a la vivienda han puesto el grito en el cielo después de que en junio haya entrado en vigor el protocolo para alojar de urgencia a las familias que han perdido su casa, y pasa a tener un límite: seis meses.
Los alojamientos temporales de urgencia (ATU) sirven como primer cobijo para alguien que apenas ha perdido la casa —como por un desahucio— y pueden ser pensiones u hostales. Esta solución de emergencia es, para muchas familias, una especie de puente hasta que no consigan una vivienda más estable de la mesa de emergencia —también es provisional, pero con estancias más largas.
La lista de espera no para de crecer
Según los últimos datos del Ayuntamiento, del mes de abril, en la ciudad hay 739 familias que esperan una de las viviendas de la mesa de emergencia: 703 ya hace meses que esperan y 36 se han incorporado, de nuevo en nueve, este abril. La demanda es mucho más alta que la oferta disponible, y eso hace que en lista de espera haya 685 familias, casi el 93 % de las solicitudes.

Con este contexto, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Barcelona teme que "con una lista de espera tan larga, si estas personas salen de las pensiones, acabarán en la calle", ha explicado la portavoz de la PAH Barcelona, Delia Ccerare.
Juanjo Ramon, portavoz de las PAH catalanas, apunta que esta lista de espera es una muestra "del colapso que hay y de la gran emergencia que estamos sufriendo" y lamenta que, todo ello, supone "promover la parte más dramática de la pérdida de vivienda".
Liberar pensiones para los turistas
Los datos de recuperación económica y los de llegada de turistas a Barcelona apunta a que puedan ser de récord, aún más coincidiendo con la Copa América de Vela. Una circunstancia que no ha pasado desapercibida para Resistimos en el Gótico.
Una portavoz de la entidad, Tiphaine Leurent, relaciona la entrada en vigor del nuevo protocolo este junio con el turismo: "Con la presión turística que hay, no cabe la gente realojada en las pensiones y los hostales y hay que hacer lugar", alerta. Y concluye que "se ha establecido en un protocolo del todo injusto".
Estancias más cortas a cambio de ayudas directas
Según el Ayuntamiento, el nuevo protocolo se basa en el otorgamiento de ayudas directas a los beneficiarios de estos alojamientos, con la idea de que puedan buscar un nuevo hogar de manera autónoma. Con todo, el Síndic de Greuges de Barcelona ha pedido al consistorio aplazar su aplicación.
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