Beteve
Algunos vecinos alertan de que estas prácticas, que están prohibidas y son motivo de multa, se extienden por la ciudad y el aumento de precios, creen, puede ser una de las causas.
Dormir en la playa de la Barceloneta con pareo y sacos de dormir. Esta es la alternativa de algunos turistas para viajar de manera más económica y no pagar hoteles. Es una práctica más frecuente durante la temporada de vacaciones, cuando la ciudad recibe el mayor número de turistas. Acampar y dormir en la playa está prohibido y es motivo de multa.
La Guardia Urbana realiza varias rondas durante el día para vigilar la zona de playas, y, según explican los vecinos, la mayoría de las veces se avisa a los turistas de que hay durmiendo que esta actividad no está permitida.
Una imagen habitual en varios puntos de la ciudad
Aunque la playa es el escenario habitual para este tipo de prácticas, los vecinos alertan de que se extiende a otros puntos del barrio. "Vienen aquí y buscan lugares que estén un poco escondidos, ya sean bancos, escaleras... Y allí se ponen a dormir, supongo que es una forma barata de viajar", asegura una vecina de la Barceloneta.
Otros vecinos se muestran preocupados por el mantenimiento de las playas. "Todo el que usa la playa durante el día la embruja, pero si se usa de noche quiere decir más suciedad y más trabajo para los equipos de limpieza", asegura un vecino del barrio.
Dormir en el coche
Entidades vecinales han explicado a betevé que también hay jóvenes que llegan a Barcelona en coche, procedentes de países cercanos como Francia, y optan por dormir dentro del vehículo. En algunos casos, incluso, hacen vida mientras están de visita en la ciudad, una imagen que no gusta a algunos residentes de la zona.
Los precios de los alojamientos turísticos
En Cataluña, la ocupación hotelera se situó en el 66,83 % en junio, cuatro puntos por encima de un año atrás; y Barcelona concentra más del 50 % del alojamiento, con 1,2 millones de personas. Los precios, sin embargo, también suben. En concreto un 6,6 % interanual, hasta los 159,64 euros.
Algunos vecinos creen que este aumento de precios es una de las causas por las que algunos turistas se decantan por estas alternativas más baratas. "Viendo cómo están los precios del alojamiento en Barcelona y como difícil es encontrarlo, no me extraña que la gente tenga que recurrir a estas prácticas", aseguran.
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