Un estudio reciente analiza cómo las variaciones en el espesor de la corteza marciana durante su historia temprana pudieron influir en la evolución de su actividad magmática y sus sistemas hidrológicos.
Publicado en Earth and Planetary Science Letters, el estudio propone que la gruesa corteza de las tierras altas del sur de Marte, formada hace miles de millones de años, favoreció la generación de magmas graníticos y sostuvo vastos acuíferos subterráneos. Estos hallazgos desafían las ideas convencionales sobre la geología e hidrología del planeta rojo.
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La investigación, liderada por Cin-Ty Lee de la Universidad Rice, revela que durante los períodos Noé y Hespérico temprano (hace entre 3.000 y 4.000 millones de años), la corteza de hasta 80 kilómetros de espesor en las tierras altas del sur estaba lo suficientemente caliente como para experimentar fusión parcial en su base. Este proceso, impulsado por el calor radiogénico, habría producido magmas silícicos, como granitos, y permitido la existencia de acuíferos bajo una capa de permafrost.
«Nuestros resultados muestran que los procesos en la corteza marciana eran más dinámicos de lo que se pensaba», afirmó Lee, profesor de Geología y Ciencias Planetarias. «La gruesa corteza de las tierras altas del sur no solo podía generar magmas graníticos sin necesidad de placas tectónicas, sino que también creó condiciones térmicas para el desarrollo de acuíferos subterráneos en un planeta considerado seco y helado».
El equipo utilizó modelos térmicos avanzados para reconstruir las condiciones de la corteza marciana en esos períodos, considerando factores como el espesor de la corteza, la generación de calor radiactivo y el flujo térmico desde el manto. Los resultados mostraron que las regiones con cortezas más gruesas de 50 kilómetros probablemente experimentaron una fusión parcial significativa, generando magmas félsicos mediante fusión directa o cristalización fraccionada de magmas intermedios. Además, el elevado flujo térmico habría permitido la existencia de acuíferos de agua líquida a varios kilómetros de profundidad.
Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para la habitabilidad marciana. La presencia de agua líquida y la formación de magmas graníticos, ricos en elementos esenciales para la vida, sugieren que las tierras altas del sur pudieron ser más hospitalarias para la vida en el pasado de lo que se creía anteriormente.
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