viernes, 10 de enero de 2025

35 Cosas que nunca debes calentar en el microondas

 

Para muchos de nosotros, el microondas es un electrodoméstico básico en nuestras cocinas, ya que nos permite calentar rápidamente nuestros alimentos y hacer otras preparaciones sencillas como palomitas de maíz o chocolate caliente .

Sin embargo, no todos los utensilios y alimentos son aptos para su uso en microondas, ya sea porque su sabor o textura se ven afectados (en el caso de muchos alimentos), porque pueden dejar manchas o 'explotar' adentro, o bien porque se trata de materiales que pueden sacar chispas. 

¿Se debe cocer la carne en el microondas? El problema es que, cuando no acertamos con la temperatura y el tiempo exacto, pierde no solo su gusto y textura sino también parte de su valor proteico. Dicho de otro modo, el microondas no perdona.

Es muy sencillo: el huevo se calienta, se genera vapor en su interior y ese vapor no encuentra ningún sitio por donde salir. ¿Resultado? Una explosión que dejará tu microondas "hecho un cuadro". Esto no quiere decir que no se puedan hacer en el microondas, 

Con la carne de pollo existe un riesgo añadido, y es que si no sale perfectamente hecha nos exponemos a la posibilidad de contraer salmonelosis. Por tanto, seguimos recomendando la sartén y otros métodos tradicionales donde controlar la cocción es mucho más fácil.

Desde que se confirmó que lo ideal es cambiar tus esponjas de cocina con mucha frecuencia, empezaron a proliferar trucos para desinfectarlas, algunos de ellos mediante la acción del microondas. Para que funcione y no acabe en desastre, la clave es que el estropajo no esté seco

Su función es bloquear la transferencia de calor, y es eso precisamente lo que los hace tan inapropiados dentro de un microondas. Atrévete solo si son completamente plásticos y un icono en su base confirma que son aptos para calentar en microondas.

La piel de las uvas actúa como la cáscara del huevo. Con el tiempo suficiente (que ni siquiera es mucho), la uva explota. Confía en nosotros y no hagas la prueba.

Sabemos que la acción del microondas se produce fundamentalmente sobre el agua de los alimentos. ¿Qué pasa cuando estos no tienen mucha? Que pronto acaban en llamas. ¡Cuidado!

El proceso natural, el de toda la vida, es hervirlo en agua. Calentado en el microondas se verá despojado de sus nutrientes, por no hablar del gusto.

Metal es metal. No importa cuán pequeño, fino o sutil sea el detalle, el microondas se encargará de dañarlo, estropeándose también en el proceso la porcelana y el propio electrodoméstico.

Ni que decir tiene que a más contenido en metal, peor. Por tanto, quedan terminantemente prohibidos los vasos metalizados, las bandejas y cualquier otro tipo de recipiente o utensilio metálico.

Siempre tan delicado, el microondas se las arreglará para conseguir que tus hamburguesas salgan crudas en el interior y recalentadas por el exterior. No dejes que la pereza te gane y enciende el fuego.

A estas alturas, ya habrás deducido que tenemos que perforar la patata con un tenedor antes de introducirla en el microondas si no queremos tener problemas.

Lo mismo exactamente pasa con las batatas. Agujeréalas si quieres evitar una explosión.

Si el simple contacto con el aire consigue que se le vayan las vitaminas, imagínate lo que conseguirá un microondas. Los limones, 

Espuma de poliestireno. Ese es el material del que están hechos los recipientes en que se entrega muchas veces la comida para llevar. Y sí, es totalmente incompatible con el microondas.

¿Y qué pasa con la comida china? Esta suele venir en envases de cartón aparentemente inofensivos, ¿verdad? Pues resulta que la mayoría de estos envases tienen partes plásticas y tiras de metal, todo lo que deberías mantener alejado del microondas.

Tampoco es una buena idea calentarlo todo por separado y fuera del envase. La salsa de soja, por ejemplo, se descompone completamente durante ese proceso y puede ser causante de serias inflamaciones si se consume tras pasar por el microondas.

Este fin de semana te diste un capricho e hiciste bacon al estilo clásico, como en las películas. El que sobró lo guardaste y ahora quieres recalentarlo en el microondas. Craso error. Las burbujas que se forman en la grasa animal estallan en cuestión de segundos dentro de un microondas.

Vale, en este caso no te expones a explosiones ni ningún otro peligro de muerte. Sí estás cometiendo, sin embargo, un pecado culinario, ya que la pasta se convertirá en una masa sin sabor. Este y otros son los errores que todos cometemos cuando cocinamos pasta.

Una guindilla en un microondas es básicamente una bomba de gas pimienta. Expulsará sustancias que, en contacto con tus ojos o vías respiratorias, los irritarán gravemente.

¿De qué otra forma preparar palomitas? Pues en la sartén. ¿Y por qué? Porque las palomitas para microondas suelen presentar PFOA (ácido perfluorooctanoico), una sustancia que trastoca el buen equilibrio de nuestro sistema endocrino.

Aunque se le conozca como papel, el papel de aluminio también es metal. Meterlo en un microondas es la mejor manera de crear un incendio en casa.

Un plástico tan delgado como este no tardará en fundirse dentro del microondas, echando a perder cualquier comida con la que entre en contacto.

Se ha comprobado que pierde hasta el 97% de sus antioxidantes tras ser cocinado en el microondas. Básicamente, el brócoli deja de ser brócoli.

Los mondadientes están hechos de madera seca. Sometidos a la acción del microondas, se convierten en una cerilla en cuestión de segundos. No olvides retirarlos de tus platos antes de recalentarlos.

Suena dramático pero es verdad: un microondas es todo lo que necesitan los nitratos de las espinacas para volverse potencialmente tóxicos y cancerígenos.

Si tienes un poco de experiencia en la cocina, seguro que ya sabes diferenciar perfectamente aquellos tuppers compatibles con microondas de aquellos que no lo son. Si no la tienes, infórmate bien antes.

El valor proteico de la mantequilla o la margarina desaparecerá a toda velocidad dentro del microondas. Para derretirla, opta por los métodos tradicionales.

El sentido común es el menos común de los sentidos y, por obvio que parezca, lo reiteramos: no metas bolsas de plástico en el microondas.

Reconocemos que es muy cómodo calentar la leche en el microondas, pero debes saber que en este proceso pierde nada más y nada menos que el 40% de sus nutrientes.

"No son saludables, pueden causar un fuego y emitir gases tóxicos. El calor intenso puede provocar la ignición de una bolsa o un fuego en el horno", en palabras del mismísimo Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

Cuando calientas agua en una olla, se forman burbujas, siendo estas una manera natural del agua de regular su propia temperatura con el ambiente. Cuando se calienta en el microondas, las burbujas no aparecen y el calor recibido queda concentrado en el interior del líquido, de manera que el simple hecho de moverlo o añadir otra sustancia como café soluble puede desencadenar una erupción repentina.

Incluso aunque el calor no los deformara, ya habrían liberado sustancias tóxicas que se transmitirían inmediatamente al yogur contenido en ellos.

Si no quieres convertir tu microondas en 'zona cero', NUNCA JAMÁS calientes salsa sin tapar el recipiente en el que esté.

Puede parecer una idea peregrina, pero la curiosidad por saber si es verdad eso de que es posible que se iluminen sus filamentos en el interior del microondas sin necesidad de enchufarla a la corriente ha llevado a mucha gente a hacer este experimento. El problema es que, en la mayoría de los casos, el resultado es la explosión de la bombilla.

El microondas es un peligro para sí mismo. Cuando no tiene nada en su interior que absorba las ondas, él mismo se encargará de hacerlo, aunque eso signifique su propia muerte.

 


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