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El uso de antidepresivos ha aumentado de forma significativa en los últimos años, sobre todo en los jóvenes. Según datos de Salud, su uso se ha disparado un 253 % en los menores de 15 años. Ante esta realidad, algunos profesionales alertan de que corremos el riesgo de verlo como algo normal. El programa betevé directo ha hablado con Eduard Vieta, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínico, y con Roger Ballescà, coordinador del área de Salud Mental Infantojuvenil del Hospital Sagrat Cor de Martorell, que defienden que se debería intentar medicar lo mínimo posible, aunque admiten que a veces es imprescindible. "No deberíamos utilizar estos recursos con la infancia y la adolescencia ya que tenemos que hacer que las personas aprendan a gestionar su día a día", afirma Ballescà.

Cambios en los hábitos de los jóvenes

Tanto Vieta como Ballescà son de la opinión de que es importante el abordaje de la salud mental a todas las edades, pero no sólo con fármacos sino también con atención psicológica. En cuanto a los jóvenes, ambos coinciden en que los hábitos de los niños y adolescentes han cambiado y los horarios que hacen se parecen a los de los adultos que tienen en casa.

"Un adolescente que no descansa bien puede estar más irritable, puede tener problemas de concentración", explica Vieta, que reconoce que en este caso "la solución es complicada. Hay una parte educativa pero hacemos un tipo de vida que fomenta la ansiedad y el estrés mal llevado".

Los profesionales deben tener más tiempo para los pacientes

Vieta cree que los gobiernos deben poner más recursos a la sanidad pública que permitan, entre otros temas, que los profesionales dediquen más tiempo a los pacientes y así conocer mejor su realidad. "El ansiolítico reduce la ansiedad, que es una emoción básica en los humanos derivada del miedo. Pero ahora tenemos miedos por cosas no naturales, como antes podría ser el ataque de un depredador".

Explica que ahora la ansiedad la provocan miedos "a ser dejados, al rechazo, a un examen o al cambio climático, entre otros". Cree que a veces se acaban medicalizando temas provocados por el hecho de que la persona no sabe cómo gestionar determinadas situaciones.

Vieta y Ballescà creen que es importante implementar un cambio de estilo de vida. En este sentido, Ballescà asegura que "hay que recuperar el espacio familiar y por eso hay que empezar por la conciliación familiar. Cada vez se va más a otros espacios para tratar temas de familia".