sábado, 11 de enero de 2025

El despertar de los volcanes bajo el hielo de la Antártida amenaza nuestro planeta 🌋



Bajo el hielo de la Antártida, un peligro insospechado amenaza. El calentamiento global podría despertar volcanes dormidos, desencadenando una reacción en cadena con consecuencias impredecibles.

Este descubrimiento reciente arroja luz sobre una interacción compleja entre el deshielo y la actividad volcánica. A medida que la Antártida pierde gradualmente su cobertura de hielo, la presión sobre los depósitos de magma que se encuentran debajo disminuye, aumentando el riesgo de erupciones subglaciales. Estas erupciones podrían, a su vez, acelerar el deshielo, creando un círculo vicioso difícil de detener.

Un continente de fuego bajo el hielo

La Antártida alberga más de 100 volcanes, algunos de los cuales están activos, como el monte Erebus. Sin embargo, la mayoría están ocultos bajo kilómetros de hielo, y su actividad está contenida por el peso de la capa de hielo polar. Este hielo actúa como una tapa, impidiendo que se produzcan erupciones.

Con el calentamiento global, el deshielo reduce esta presión. Las simulaciones muestran que esta descompresión podría liberar el magma, aumentando el riesgo de erupciones. Este fenómeno, ya observado en Islandia, podría repetirse a una escala mucho mayor en la Antártida.

Una reacción en cadena preocupante

El deshielo no solo libera el magma, sino también los gases disueltos en él. Como en una botella de refresco abierta, esta liberación de gases aumenta la presión en las cámaras magmáticas, haciendo que las erupciones sean más probables. Estas erupciones, aunque subglaciales, generan calor, acelerando aún más el deshielo.

Este proceso podría mantenerse durante siglos, incluso si se redujeran las emisiones de gases de efecto invernadero. Los modelos sugieren que este bucle de retroalimentación podría desestabilizar aún más la capa de hielo polar, con implicaciones importantes para el nivel del mar.

Consecuencias a largo plazo

Las erupciones subglaciales no son directamente visibles, pero sus efectos podrían ser devastadores. El calor liberado debilitaría el hielo, acelerando su flujo hacia el océan. Este deshielo adicional contribuiría al aumento del nivel del mar, afectando a las regiones costeras de todo el  todo el mundo.


Los científicos destacan que este mecanismo, aunque lento, es potencialmente irreversible. Los modelos actuales aún no tienen en cuenta estas interacciones, lo que podría subestimar los futuros impactos del calentamiento global.

Una amenaza subestimada

El estudio publicado en Geochemistry, Geophysics, Geosystems advierte sobre los riesgos asociados a esta dinámica. Los volcanes de la Antártida, considerados durante mucho tiempo como dormidos, podrían desempeñar un papel clave en la evolución del clima. Su despertar podría amplificar los efectos del calentamiento, haciendo que la situación sea aún más crítica.

Los investigadores piden que se integren estos datos en los modelos climáticos. Comprender estas interacciones es esencial para anticipar las consecuencias a largo plazo del deshielo y preparar a las sociedades para estos cambios


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