Beteve
La directora de Servicios de Derechos de los Animales del Ayuntamiento, Carme Maté, considera primordial limitar la acción de los alimentadores de palomas para evitar su superpoblación
La superpoblación de palomas en Barcelona es uno de los principales problemas de salud pública en la ciudad. Actualmente se calcula que hay más de 100.000, cuando el número ideal sería de 25.000. Esto está obligando al Ayuntamiento a actuar de forma urgente con diversas medidas, como la identificación de personas que alimentan las palomas en la calle de forma habitual.
Según ha explicado la directora de Servicios de Derechos de los Animales del Ayuntamiento, Carme Maté, al betevé directo, "la estrategia para controlar las colonias de palomas es limitar la cantidad de alimento que se les da". Por ello, desde hace más de un año trabajan con el servicio de gestión de conflictos para detectar personas que dan más de dos kilos de comida al día a estas aves e informarles de las repercusiones que esto tiene.
40 alimentadores en una misma plaza
Los servicios municipales han llegado a contabilizar más de 40 alimentadoras de palomas en un solo día en la plaza de Josep Maria Folch i Torres, en el Raval. Según Maté, esto hace que en esa zona sobreviva el triple de población de palomas que habría si se alimentaran de forma natural. Y en la plaza de Cataluña, en el mes de agosto, se calculó que les daban más de 60 kilos de pienso al día, cantidad que permite sustentar una población de más de 2.000 palomas, ya que solo necesitan comida una cantidad de entre 20 y 30 gramos al día.
Otras medidas son los 35 dispensadores de pienso anticonceptivo que hay repartidos por la ciudad y la instalación de redes para evitar que nidifiquen o acceden a zonas de reposo en los bloques de viviendas. Lo que se ha dejado de hacer desde 2017 son las capturas, ya que suponía un esfuerzo muy alto y el resultado no era óptimo, ya que en dos años se recuperaba la población de estas aves.
El problema en el Poble-sec
Los vecinos de la calle de Piquer, en el Poble-sec, conviven desde hace una década con una plaga de palomas que rodea varios bloques de viviendas. Según explican, uno de los motivos de esta situación es un solar en escombros que se ha convertido en un caos de suciedad e insalubridad. En octubre los propietarios del terreno lo limpiaron a instancias del Ayuntamiento y eso acabó con la plaga de ratas y pandillas que había. También se instaló una red para evitar el acceso de las palomas, pero ahora se encuentran que siguen allí, criando y embrujando las azoteas de los edificios, sin ninguna perspectiva de solución inmediata.
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