Una torre destaca sobre todas las demás en el «skyline» de Perth. En el distrito financiero de la aislada capital de Australia Occidental, un estado que ocupa casi la mitad del continente y que vive volcado en la minería, brillan las letras rojas de Rio Tinto en la cúspide de la torre más afilada. A casi 15.000 kilómetros de distancia, en Huelva, están sus orígenes. En una comarca con 5.000 años de historia minera que se remonta a los romanos renace, tras muchos tropiezos, la minería del futuro.
En la onubense Río Tinto, Atalaya Mining, con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado Minerva, un sistema revolucionario en riesgos subterráneos. Avances como este o el ruido sísmico para obtener una visión integral del subsuelo en tiempo real, hacen que esta industria estratégica esté muy lejos de la imagen de mineros cubiertos de hollín armados con picos y un canario enjaulado.
Atalaya Mining, que opera la mina de Riotinto, procesó 15,9 millones de toneladas de mineral en 2024, batiendo un nuevo récord. La producción de cobre alcanzó las 46.227. Tras completar el traslado de su sede social de Chipre a Sevilla, Atalaya Mining Cooper es en la práctica la única minera española, aunque sus acciones cotizan en Londres.
¿Cómo han caído España y Europa en esa desidia y qué potencial tenemos? Tres expertos lo analizan para ustedes.
[[QUOTE:PULL|||"Europa se ha despertado de un sueño de golpe, con una pinza de China, Rusia y EE UU"|||César Luaces Director general de Primigea]]
«Europa perdió una parte de su ecosistema minero y la minería se fue desarrollando en Canadá y Australia, donde coexisten con unos estándares muy exigentes. Por tanto, tiene lógica que ambos países concentren también las mayores firmas», explica a LA RAZÓN Lluis Rodríguez, miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Europea de Industrias Mineras (Euromines).
«Se ha dado la espalda a una industria clave. Se ha invertido casi en cualquier cosa menos en las minas. No te dan financiación y todo son trabas. Y claro, si te vienen y te la compran... pues acaban en manos foráneas», certifica César Luaces, director general de la Confederación Española de las Industrias de las Materias Primas Minerales (Primigea).
A pesar de las trabas, Atalaya pretende reabrir otras minas de cobre. Como la gallega de Touro, estratégica para la Xunta. Se prevé operar durante 13 años este histórico yacimiento con unas reservas de cobre con un valor equivalente a 2.127 millones de euros.
También la onubense Masa Valverde, que busca aprovechar el cobre y zinc de un yacimiento polimetálico de los 80. La Junta de Andalucía ha concedido la autorización en un periodo récord para acelerar un proyecto de 175 millones de euros y más de 600 puestos de trabajo. Esta mina supondrá elevar un 10% la minería metálica en Andalucía, que ya representa un 90% del total nacional.
[[QUOTE:PULL|||"Cada explotación emplea, entre construcción y operación a más de 2.000 personas"|||Lluis Rodríguez Comité Ejecutivo Euromines]]
Y es que Andalucía tiene potencial para extraer 18 elementos de la treintena que la UE considera críticas.
Pero no es cobre todo lo que reluce. También hay oro en España, del de toda la vida y del nuevo oro blanco: el litio. «España, con Portugal, concentran las mayores reservas de litio en Europa», corrobora Rodríguez, quien remarca la importancia de que en el sur se haya mantenido «un ecosistema minero que permita recuperar la extracción más rápido».
[[QUOTE:PULL|||"España juega un papel clave en la producción de materias primas críticas"|||Iván Martín Geólogo del CSIC y del IGME]]
Sobre este potencial, el geólogo Iván Martín, miembro del CSIC, destaca que las mineralizaciones de litio se encuentran en la zona oeste del país, especialmente en Galicia, Castilla y León y Extremadura. «En muchos casos, estos yacimientos están vinculados a depósitos de estaño y wolframio».
Además, España juega un «papel clave en la producción de materias primas críticas». «Somos el principal productor mundial de estroncio, con dos minas en Granada (Escúzar y Montevives) y contamos con la Faja Pirítica, una de las regiones mineras más importantes de Europa y del mundo. Existen proyectos de extracción de cobre, plomo, zinc y de oro y plata. Somos el principal productor europeo de flúor, con minas en Asturias y Andalucía», añade este especialista del Instituto Geológico y Minero (IGME).
Según recordó el Ministerio de Transición Ecológica esta semana al presentar el primer Programa Nacional de Exploración Minera desde 1969, España dispone de 70 tipos diferentes de rocas y minerales. Es el primer productor mundial de pizarra de techar, el segundo de mármol y de rocas ornamentales, y el tercero de granito.
Dentro de la UE, es el único productor de estroncio (segundo del mundo) y sepiolita, el primero de fluorita y yeso, y el segundo de cobre, con el 17%) y magnesita, claves en la transición eléctrica, y de sales potásicas. Produce el 12% del zinc europeo y el 6% del plomo.
Explotación por 3.500 millones
El valor de explotación supera los 3.500 millones de euros anuales gracias a las 2.600 explotaciones que emplean a unos 30.000 trabajadores. Hoy en día, el valor económico de las materias primas fundamentales extraídas en España supera los 850 millones.
La extracción de recursos se duplicará en el mundo hasta mediados de siglo. De este aumento destaca el de los minerales «no metálicos». La demanda de «rocas» disparará un 170% su extracción.
La electrificación es la causa
El resurgir de la minería viene de la electrificación. No solo por las baterías de los coches eléctricos y de los artilugios electrónicos. Un aerogenerador de 5 megavatios requiere ingentes cantidades de hormigón y acero, pero también de cobre, aluminio y zinc, y de tierras raras para los imanes. Y los paneles solares son un 70% silicio, pero llevan cobre, aluminio, plata, estaño, plomo o indio.
La Comisión Europea ha identificado 34 materias primas críticas (17 son estratégicas para la transición energética) por el alto riesgo que supondría una interrupción de suministro.
La mayor parte de ellas se encuentra en China, con el 90% de tierras raras, o en el Congo, que dispone de cobalto para baterías.
«Europa se ha despertado de un sueño de golpe. Trump ha sido la gota para terminar con un retraso de 40 años que ha derivado en una pinza de China, Rusia y Estados Unidos letal para la industria europea, que es una potencia gracias a esas materias primas», explica Luaces.
¿Hay una burbuja?
¿En qué se traduciría un «boom» de la minería en España?
«Aunque es cierto que el capital extranjero domina la extracción, de las 3.600 explotaciones y plantas de tratamiento –como cementeras– que forman parte de Primigea, 3.500 son españolas. Nuestro impacto en el PIB por la extracción y la primera transformación son 26.500 millones. Hay 4 millones de trabajadores vinculados a las materias primas y 170.000 empresas dependen de nosotros, con un impacto de 267.000 millones de euros», afirma Luaces.
«Podríamos estar hablando de más de 100.000 nuevos empleos, entre directos, indirectos e inducidos. Cada explotación de minería puede emplear directamente entre la fase de construcción y operación más de 2.000 empleos, pero además incide en el ecosistema», aventura Rodríguez.
Pero para que esto sea realidad hace falta más. «Tenemos los ingenieros y el conocimiento, pero tiene que haber fondos para las empresas europeas, porque si luego vienen los chinos sería pan para hoy y hambre para mañana. Y crear mineras públicas no funcionaría. Sin financiación no haremos nada», sentencia Luaces.
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