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Europa está lista para abrir las «Puertas del Infierno», una mina que no debería abrirse muy cerca de España. Y todo por querer cumplir un rol fundamental en la historia. La tecnología ha pasado por diferentes momentos a lo largo del tiempo. Tiempo en el que el ser humano se ha valido de diferentes herramientas y técnicas para progresar y obtener un estilo de vida más cómodo.
Gracias a cada invento que ha ido apareciendo, por simple que pareciera en su momento, hoy la humanidad puede gozar una tecnología revolucionaria que le permite tener luz en casa, apagar la televisión con control remoto o hasta subirse a vehículos autónomos. Pero, junto con estas nuevas piezas tecnológicas, también ha llegado la necesidad de abastecernos de determinados recursos que las componen.
La tecnología es el resultado de la aplicación de los conocimientos científicos y la compresión del universo, pero sin los recursos que la componen resulta imposible verla brillar.
En este punto, Europa está dispuesta a abrir una mina cercana a España. Quiere abastecer al mundo de un recurso que hoy es vital para el correcto desempeño de multitud de actividades: las tierras raras.
Europa lo tiene claro: esta mina cerca de España es la clave del futuro
Los minerales de tierras raras son elementos cruciales para la producción de imanes permanentes más fuertes del mundo. Sin ellas, no podría efectuarse la producción de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y teléfonos móviles, entre otros productos de consumo masivo.
Rare Earths Norway (REN o Tierras Raras Noruega) anunció hace un tiempo atrás una estimación de recursos minerales que deja en evidencia que su complejo de carbonita Fen, al sureste de Noruega, tiene un depósito de elementos de tierras raras más grande de Europa continental.
Tras casi tres años de exploración, REN calculó un recurso inferido que cumple con JORC de 559 millones de toneladas, que registran un 1,57% de óxidos de tierras raras totales (TREO). Esto quiere decir que su complejo alberga 8,8 millones de toneladas de TREO con posibilidades reales de una extracción económica.
Dentro de las TREO, la estimación es que existen 1,5 millones de toneladas de tierras raras vinculadas con los imanes que se usan en coches eléctricos y turbinas eólicas. La Unión Europea estipula que dichos metales son las materias primas más críticas en términos de riesgo de suministro, razón por la que está teniendo lugar una guerra silenciosa por las tierras raras.
Europa tiene el futuro tecnológico en sus manos: está relativamente cerca de España
REN cuenta con un permiso de exploración que cubre alrededor del 90% del complejo. El trabajo actual brinda una profundidad de recursos minerales de 468 metros bajo el nivel medio del mar. La empresa minera noruega Rare Earths Norway (REN) tiene las esperanzas puestas en un potencial de crecimiento considerable para el proyecto.
Se basa en perforaciones de exploraciones previas y completadas por el Servicio Geológico de Noruega y el asesor geológico del consejo del condado de Telemark. Este escenario suscita que la mineralización se encuentra abierta a una profundidad de unos 1000 metros bajo el nivel del mar.
Europa seguirá investigando para abrir las «Puertas del Infierno», cerca de España
La compañía espera que la proliferación de nuevos sistemas de minería incremente la estimación de recursos. Siguiendo esta línea, su objetivo es contribuir a una cadena de valor total y compacta: desde la mina hasta el desarrollo del imán, con un coste ambiental mucho más bajo. Se pronostica que existirán más perforaciones exploratorias.
Bajo este marco, Europa está lista para abrir las «Puertas del Infierno», cerca de España, concretamente a 2380 kilómetros (distancia que separa Noruega de España). Es de público conocimiento que las tierras raras son clave para la energía del futuro. Extraerlas daña el planeta, pero existe una alternativa.
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