El nivel del mar en Lanzarote no deja de crecer. Así lo revela un análisis que recopila 18 años de mediciones continuas desde el Laboratorio de Geociencias situado en los Jameos del Agua. Las cifras constatan una subida preocupante y constante, cuya magnitud y causas se han desentrañado con métodos científicos avanzados.
El instrumento principal del estudio es un mareógrafo de alta precisión, ubicado dentro de un tubo volcánico conectado al mar por fisuras naturales. Este entorno ofrece condiciones estables para registrar variaciones del nivel del mar sin interferencias externas como el oleaje o el viento. Así lo han contado Maite Benavent Merchán, José Arnoso Sampedro y Emilio J. Vélez Herranz en un artículo publicado a través de la Fundación Muy Interesante.
Este artículo se basa en una investigación disponible en la revista Pure and Applied Geophysics. Según los resultados, entre 2005 y 2023 el nivel del mar ha experimentado un crecimiento de 3,3 milímetros por año. Para obtener esta estimación, los expertos aplicaron correcciones para eliminar el impacto de las mareas, los cambios de presión atmosférica y la temperatura oceánica, así como el efecto de la actividad solar.
Una vez depurados los datos, la tendencia se mantuvo firme. Las observaciones se contrastaron con la información recogida por una estación GNSS situada en el mismo emplazamiento, lo que permitió descartar la subsidencia del terreno como posible causa del fenómeno.
Una alerta para el futuro
Más allá del incremento lineal, el estudio detecta la influencia de ciclos astronómicos y patrones climáticos en las fluctuaciones del nivel marino. Entre ellos destaca el ciclo solar de 11 años, el ciclo lunar nodal de 18,6 años y la Oscilación del Atlántico Norte, conocidos por afectar de manera intermitente al clima y a los océanos del planeta.
La aplicación de técnicas como el multi-resolution analysis con ondículas ha permitido separar las distintas frecuencias que componen las variaciones marinas, revelando así un comportamiento cíclico vinculado con la actividad solar y otros índices meteorológicos.
Este tipo de análisis resulta fundamental para comprender cómo responde el océano al calentamiento global. Las series temporales prolongadas, combinadas con datos satelitales y climáticos, permiten establecer modelos más precisos para anticipar los efectos del aumento del nivel del mar en zonas costeras como Canarias.
Los investigadores insisten en que es prioritario mantener la vigilancia a largo plazo. "Comprender esta variabilidad es esencial para detectar posibles aceleraciones ligadas al cambio climático", advierten en sus conclusiones. En lugares tan expuestos como Lanzarote, el impacto podría ser mayor y más rápido de lo previsto.
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