¿Qué bacterias o patógenos puede haber en el teclado o el ratón?

  

• Teclados y ratones pueden albergar más bacterias que un inodoro, destacando la importancia de su limpieza.
• Bacterias como Staphylococcus aureus y E. coli son habituales y pueden causar infecciones si no se toman medidas higiénicas.
• La limpieza periódica con productos adecuados y buenos hábitos de higiene personal son clave para minimizar riesgos.

¿Alguna vez te has parado a pensar la cantidad de bacterias y patógenos que se esconden entre las teclas de tu teclado o en los botones del ratón? Aunque estos dispositivos forman parte esencial de nuestro día a día, normalmente pasan desapercibidos en lo que a limpieza se refiere. Sin embargo, diferentes investigaciones han arrojado luz sobre el verdadero riesgo que supone descuidar la higiene de estos periféricos, llegándose a comparar la suciedad del teclado o el ratón con la de un asiento de inodoro público. Desde la oficina hasta el hogar, donde sea que uses un ordenador, tu salud puede estar en juego si no tomas precauciones.

Este artículo recopila la información más relevante y actual sobre qué bacterias y virus pueden habitar en teclados y ratones, cómo llegan allí, qué riesgos conllevan y los consejos más efectivos para mantenerlos limpios. Descubre todo lo que necesitas saber para protegerte frente a estas amenazas invisibles y aprende a desinfectar correctamente estos dispositivos que, aunque parecen inofensivos, pueden ser un auténtico campo de cultivo para microbios.

Un vistazo alarmante: ¿Cuántas bacterias y gérmenes hay en teclados y ratones?

Varios estudios científicos han demostrado que un teclado de ordenador puede albergar, en promedio, entre 33.000 y 400 veces más bacterias que un asiento de inodoro. Esta cifra puede parecer una exageración, pero encierra una realidad inquietante: la falta de limpieza frecuente, el contacto continuo con las manos y la exposición a restos de comida, polvo y fluidos, convierten a estos periféricos en auténticos reservorios de microorganismos.

Por ejemplo, una investigación realizada por el laboratorio Pegasus Lab concluyó que hay aproximadamente 33.000 bacterias por centímetro cuadrado en un teclado. Otra publicación británica, Which? Computing Magazine, llegó a señalar que los teclados analizados eran mucho más sucios que la tapa de un inodoro. Por su parte, la Universidad de Arizona halló que un escritorio típico —incluyendo teclado y ratón— puede estar hasta 400 veces más contaminado que el propio váter de la oficina.

Esta acumulación de bacterias se agrava cuando se comparten equipos, ya sea en casa, en el trabajo, establecimientos públicos o incluso hospitales, lugares donde el uso es intenso y la limpieza, muchas veces, más esporádica de lo recomendable.

¿Qué bacterias y patógenos pueden encontrarse?

El teclado y el ratón de tu ordenador pueden hospedar una variedad de bacterias y patógenos, algunos completamente inofensivos y otros potencialmente peligrosos, dependiendo de tu estado de salud o de la existencia de pequeñas heridas en las manos. Entre los microorganismos más habituales se encuentran:

• Staphylococcus aureus: Esta es una de las bacterias más frecuentes encontradas en teclados y ratones. Pueden causar infecciones leves en la piel hasta enfermedades más graves como neumonía, meningitis o incluso sepsis. Además, existen cepas como el MRSA (resistente a la meticilina) capaces de sobrevivir en superficies durante largo tiempo.
• Escherichia coli (E. coli): Asocida comúnmente a infecciones gastrointestinales, gastroenteritis y, en casos más graves, a intoxicaciones alimentarias.
• Enterobacteriaceae: Grupo de bacterias relacionadas con cuadros de envenenamiento y diversas enfermedades del aparato digestivo.
• Pseudomonas aeruginosa: Puede causar infecciones en personas inmunodeprimidas u hospitalizadas, con capacidad para sobrevivir en ambientes húmedos y secos.
• Acinetobacter baumannii: Relevante en entornos hospitalarios, conocida por su resistencia a algunos antibióticos y fuente de infecciones complicadas.
• Enterococcus faecium: Bacteria que puede sobrevivir varias horas en superficies y está relacionada con infecciones graves en pacientes inmunodeprimidos.

Estos microorganismos, en su mayoría procedentes de la piel, boca o nariz, llegan al teclado o ratón por varias vías: tocar el dispositivo sin lavarse las manos, estornudar sobre él, no limpiar restos de comida o compartirlo sin higienizarlo previamente.

Teclados y ratones en ambientes profesionales y hospitalarios

El problema de la contaminación microbiana no es exclusivo de hogares y oficinas. En entornos hospitalarios puede adquirir dimensiones graves. Un estudio en Taiwán examinó 282 ordenadores en hospitales y encontró que el 17,4% estaban contaminados con bacterias oportunistas, como S. aureus y Pseudomonas. Aunque las tasas eran menores que en otros países gracias a una higiene adecuada y lavados de manos frecuentes, sigue existiendo riesgo de transmisión de infecciones nosocomiales a pacientes vulnerables.

En hospitales británicos, las cifras alcanzaban hasta el 50% de dispositivos contaminados, destacando la importancia de adoptar protocolos estrictos de limpieza y desinfección, especialmente ante brotes de bacterias resistentes. Aunque la informatización en centros sanitarios crece, muchas veces no existe un protocolo claro para limpiar teclados y ratones de forma rutinaria.

Comparación: ¿Es más higiénico el inodoro que un teclado?

La idea de que un teclado o ratón son más sucios que el asiento de un váter puede parecer exagerada, pero los estudios lo avalan. Esto se debe principalmente a que los inodoros suelen limpiarse varias veces al día con productos desinfectantes, mientras que los periféricos de ordenador pueden pasar semanas o meses sin una limpieza exhaustiva.

El problema radica en los hábitos poco higiénicos: comer sobre el teclado, dejar migas entre las teclas, no lavarse las manos después del baño o estornudar sobre ellos. Todo esto fomenta la proliferación de gérmenes, que se multiplican aún más por el calor generado por el uso continuado.

Factores que favorecen la proliferación de bacterias

Existen varias razones por las que teclados y ratones son especialmente vulnerables a la proliferación de microorganismos:

• Frecuencia de uso y contacto directo con las manos: Ambos dispositivos están en contacto constante con las manos, donde residen muchos microorganismos.
• Alimentos y bebidas: Comer sobre el teclado favorece la contaminación, ya que las migas sirven de alimento a las bacterias y facilitan su proliferación.
• Ambientes compartidos: En oficinas o lugares públicos, la rotación de usuarios transmite bacterias de una persona a otra.
• Falta de hábitos de limpieza: Muchos no limpian estos dispositivos regularmente, con encuestas que indican que uno de cada diez nunca limpia el teclado y uno de cada veinte, el ratón.
• Mascotas y pequeños accidentes: Permitir que animales caminen sobre el teclado o que se derramen líquidos agrava la situación.

¿Qué enfermedades pueden provocar estos microorganismos?

La mayoría de las bacterias en teclados y ratones no suelen causar daño en personas sanas, pero pueden ocasionar enfermedades en usuarios con inmunidad debilitada o si hay heridas abiertas en las manos. Algunas patologías frecuentes son:

• Infecciones cutáneas: Foliculitis, forunculosis o celulitis, principalmente por S. aureus.
• Gastroenteritis y diarrea: Relacionadas con E. coli o enterobacterias.
• Intoxicaciones alimentarias: Transferencia de agentes patógenos desde el teclado a la boca.
• Enfermedades respiratorias: En casos menos frecuentes, bacterias que sobreviven en mucosas tras contacto con la cara.
• Complicaciones graves: Neumonía, meningitis o septicemia, especialmente en personas vulnerables o en entornos hospitalarios.

La transmisión de infecciones causada por la insuficiente limpieza y uso compartido de estos objetos representa un riesgo que no hay que subestimar.

¿Cómo limpiar y desinfectar teclados y ratones correctamente?

Mantener estos periféricos limpios es más sencillo de lo que parece y puede marcar la diferencia en un entorno saludable. Los expertos recomiendan seguir estos pasos y usar productos efectivos para su desinfección:

1. Desconectar el dispositivo antes de limpiar, especialmente si es con cable.
2. Eliminar restos grandes: Voltear el teclado para quitar polvo y migas, sin golpearlo con fuerza para evitar daños.
3. Utilizar aire comprimido: Para limpiar entre teclas y en las ranuras del ratón.
4. Limpieza superficial: Con un paño de microfibra humedecido en alcohol isopropílico o toallitas desinfectantes, en teclas y superficie del teclado y en el ratón.
5. No aplicar productos líquidos en exceso: Evitar detergentes abrasivos, agua o líquidos que puedan filtrarse y dañar los circuitos.
6. Secar completamente: Antes de volver a usar los dispositivos.

En objetos compartidos, la limpieza debe hacerse antes y después de cada uso. Para uso personal, es recomendable realizar esta rutina al menos semanalmente, aumentando la frecuencia en casos de comer en el puesto, compartir los dispositivos o si alguna persona está enferma o inmunodeprimida.