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Dos incendios agrícolas en la comarca de la Segarra (Lleida) se han declarado este martes y han quemado unas 6.500 hectáreas. Las llamas, consideradas de 'sexta generación' se han cobrado la vida de dos personas, cerca del núcleo de Coscó. Los Mossos d'Esquadra trabajan con la hipótesis de que uno de los fallecidos, que era trabajador de la granja, comenzó a tener problemas y encontrarse mal y el propietario de la granja fue a buscarlo en su 4x4. Lo recogió, pero el coche quedó atrapado y salieron del mismo. Los bomberos los encontraron junto al vehículo ya sin vida, ha explicado la consellera de Interior, Núria Parlon, que insiste en que la policía está investigando el suceso. Los Bombers han trabajado toda la noche con una cincuentena de efectivos y han descartado que haya más víctimas mortales dentro del perímetro.
Actualmente, los efectivos están trabajando en un terreno de 6.500 hectáreas, aunque no todas están quemadas, según han informado fuentes del cuerpo a Europa Press. Los Agents Rurals serán los encargados de cifrar la superficie quemada y dañada. Esta valoración de las 6.500 hectáreas es "nocturna" y preliminar, aunque los Bombers consideran que será aproximada.
El incendio se considera de 'sexta generación' y ha sido especialmente violento y rápido por las altas temperaturas de los últimos días y complicado por la previsión de nuevas tormentas que puedan reactivarlo, se estabilizó el martes sobre las 22.37 horas. Los Bombers han explicado que los trabajos durante la noche han "avanzado bien" para enfriar el terreno el máximo posible para este miércoles, día en que también se esperan altas temperaturas.
Desde anoche se dio por estabilizado el incendio, ha explicado el jefe del operativo de extinción, Joan Josep Bellostas, quien ha explicado en declaraciones a TVE que esto significa que no se prevé que crezca en las próximas horas, si bien "hay que seguir trabajando porque es un perímetro muy amplio y hay que seguir remojando, hay que ver cómo reacciona el cultivo y combustible en la zona con el calor".
Bellostas ha agregado que se trata de una zona agrícola, básicamente dedicada al cultivo de cereales, y que "la ayuda de los tractores de los agricultores ayuda a fijar y asegurar el perímetro antes de dar el fuego por extinguido".
20.000 personas confinadas
El primer incendio se originó en Sanaüja y Ribelles y se dio por estabilizado el martes por la tarde. El segundo comenzó en Torrefeta i Florejacs, y fue controlado a última hora de la noche, siendo el que ha afectado a una mayor cantidad de terreno. De hecho, debido a los fuertes vientos y a las condiciones meteorológicas, se había reavivado. Las llamas de ambos obligaron a confinar a 20.000 vecinos de nueve municipios -que fueron desconfinados a última hora de la noche-.
Según explican fuentes de los Bombers a este diario, las rachas de viento alcanzaron hasta los 100 km/h, lo que provocó que se propagase con mayor rapidez. Las mismas fuentes aseguran que la propagación fue a 30km/h, "las más alta registrada en Europa". Pero gracias a las precipitaciones en la zona, se pudo estabilizar.
Los dos fuegos provocaron que las columnas de humo ascendiesen a 14.000 metros de altitud, un fenómeno que "nunca antes" se había visto en Catalunya. Por ello, Protecció Civil pidió el confinamiento de nueve municipios de la zona: Agramunt, Artesa de Segre, Vilanova de l'Aguda, Guissona, Sanaüja, Torrefeta, Oliola, Cabanabona y Ponts. Además, se cortó la circulación en la C-14 entre Artesa de Segre y Tàrrega.
Protecció Civil envió la ES-Alerta a los teléfonos móviles de las primeras 450 personas a las que le afectaba el confinamiento, y pidió cerrar puertas y ventanas, así como no salir al exterior. Casi toda la superficie afectada se encuentra dentro de los límites del Espai Natural Protegit Valls del Sió-Llobregós, y los Agents Rurals activaron los protocolos de investigación para determinar el origen del fuego.
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